La Facultad de Ciencias Biológicas y Ambientales de la Universidad de León (ULE) ha celebrado hoy la festividad de su patrón, San Alberto Magno, con un acto académico solemne en el que se ha impuesto la insignia a los Graduados en Biología, Ciencias Ambientales y Biotecnología, y también a los alumnos de los másteres del curso 2018-19 que se imparten en la facultad. La ceremonia se ha desarrollado en el Aula Magna San Isidoro del Edificio El Albéitar, y ha sido presidida por el Rector Juan Francisco García Marín, el Decano Antonio Laborda Navia y el Presidente del Consejo Social de la ULE, Javier Cepedano Valdeón.

Tras las palabras de bienvenida del Rector, el catedrático de Microbiología de la ULE José Antonio Gil Santos ha pronunciado una interesante ponencia titulada ‘Las balas mágicas: efectos colaterales’, en la que ha realizado un recorrido por las estrategias que los seres humanos han desarrollado a lo largo de la historia en su lucha contra las enfermedades infecciosas, comenzando por la cuarentena, de la que ya se habla en la Biblia, hasta el uso de los antibióticos, pasando por el aislamiento, la vacunación y la quimioterapia.

También se ha referido al concepto de ‘bala mágica’, y para ello ha recordado el tratamiento que descubrió el científico Paul Ehrlich contra la sífilis mediante el ‘salvarsán’ o ‘606’, un compuesto que contenía arsénico, un potente veneno que era capaz de curar si se aplica en dosis adecuada.

EL PROBLEMA DE LA RESISTENCIA A LOS ANTIBIÓTICOS
Gil Santos se ha mostrado preocupado por el incremento de la resistencia a los antibióticos, “que va a suponer un grave problema de salud en los próximos años”, ha abogado por su uso racional y también ha tenido palabras en contra del movimiento que se opone a las vacunas, ya que ha dicho que “gracias a ellas se han podido erradicar algunas enfermedades tan peligrosas como la viruela”.

Al término de la conferencia se han entregado las distinciones honoríficas a los profesores y personal de administración de la facultad que se jubilaron durante el pasado curso, y seguidamente se han impuesto las insignias a los 61 graduados en la séptima promoción de Biología, los 28 de Ciencias Ambientales y los 49 de Biotecnología, así como las distinciones a los nueve alumnos del Máster en Riesgos Naturales y los ocho del de Biomedicina.

En cuanto a la entrega de los premios anuales, hay que indicar que el ‘DSM-Vitatene Awards for Academic Excellence’ para el mejor expediente de Biotecnología ha correspondido a Hugo Alonso Olivares y el accésit a Carla Pérez Villanueva. El ‘Premio Fin de Carrera Chemo León Farma’ al mejor expediente de Biología ha sido para David García Gutiérrez, y el Reconocimiento del Ilustre Colegio de Economistas de León para el mejor de Ciencias Ambientales para Noemí López Alonso.

LA ‘FORMULA MÁGICA’ QUE RECOMIENDA EL DECANO DE LA FACULTAD
En su intervención Antonio Laborda ha hecho un balance positivo de las numerosas actividades llevadas a cabo a lo largo del curso en la Facultad de Ciencias Biológicas y Ambientales de la ULE con motivo del 50 aniversario desde que en 1968 inició su andadura, y se ha mostrado muy satisfecho al recordar que la facultad “está reconocida como una de las cinco mejores a nivel nacional para cursar los grados que en ella se imparten”.
El Decano ha aconsejado a los alumnos que hoy han recibido sus insignias que no olviden aplicar la ‘fórmula mágica (C+H) x A’, que ha explicado que significa sumar conocimientos y habilidades, y multiplicar el resultado por la actitud, que entiende que es el factor más importante. “El progreso no es una línea recta, -ha afirmado-, y alcanzar el éxito es la capacidad de ir de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo”.

También se ha referido al cambio climático y ha dicho que las decisiones que tomemos ahora van a ser “cruciales de cara al futuro”, -y ha añadido que postergarlas “acarrearía un incremento de costes y riesgos”. Finalmente, Laborda ha dicho a los graduados que confía en que un buen número de ellos apliquen en los próximos años la ‘fórmula mágica’ para frenar el cambio climático.

En su intervención para clausurar el acto el Rector Juan Francisco García Marín ha felicitado a los graduados y a sus familias, y ha comentado las buenas perspectivas en el ámbito laboral que la formación recibida en la facultad les puede deparar de cara a su futuro laboral inmediato. Finalmente, la interpretación del ‘Gaudeamus Igitur’ han puesto punto final a la ceremonia.