Por primera vez, esta técnica, autorizada desde el año 2018 por el Ministerio de Agricultura, se realiza a través de una comercialización regulada, al igual que otros medios de defensa fitosanitaria.

La Consejería de Fomento y Medio Ambiente, en colaboración con la Consejería de Agricultura, la Diputación de León, varios ayuntamientos y juntas vecinales de la zona afectada, reanudó el pasado 23 de abril los trabajos de suelta del parasitoide Torymus sinensis en la provincia de León por tercer año consecutivo. Por primera vez, tras la autorización ministerial, se emplea como organismo de control biológico en la lucha contra la avispilla del castaño (Dryocosmus kuriphilus) y con una comercialización regulada, al igual que otros medios de defensa fitosanitaria.

Como recoge el Real Decreto 463/2020, del 14 de marzo, por el que se declara el estado de alarma para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19, y el Real Decreto Ley 10/2020, del 29 de marzo, la suelta del parasitoide Torymus sinensis es una actividad que se considera esencial. El objetivo es poder garantizar menores daños en la producción de castaña de este año y de los próximos, siendo forzosamente necesario que se realice en el momento biológico adecuado sin ser posible su retraso.

En la actualidad, el Torymus sinensis se ha instalado en aquellas zonas donde se ha soltado estos dos últimos años, ya que este pasado mes se han recogido agallas en algunos puntos de El Bierzo y se han obtenido en el laboratorio nuevos ejemplares de Torymus que han salido de ellas. Esto indica que el parasitoide poco a poco se irá expandiendo por su entorno y que el trabajo se está realizando con éxito.

Los trabajos de este programa se iniciaron en marzo con el seguimiento del estado fenológico de los castaños por parte de los agentes medioambientales e ingenieros forestales del Servicio Territorial de Medio Ambiente de León. El pasado año se realizó un segundo curso de formación para los agentes medioambientales con el fin de poder llevar a cabo los trabajos de control y suelta de forma precisa.

A causa de la meteorología, la fenología del castaño se ha adelantado respecto a otros años en algunas zonas, así como la aparición de sus hojas. Los trabajos de suelta del parasitoide han de hacerse desde el momento en el que las hojas de los castaños empiecen a aparecer y a ser visibles las pequeñas agallas que provoca la larva de la avispilla del castaño.

Las sueltas que comenzaron en abril continúan en la actualidad. Este año se soltarán un total de 121.600 parasitoides (63 % hembras y 37 % machos).  Se calcula que el total de sueltas se realizará a lo largo del mes de mayo y que durarán hasta finales del mismo mes, todo en función de la climatología y la evolución fenológica de los castaños.

Los trabajos de suelta cumplen con todas las medidas de seguridad que la pandemia COVID-19 obliga, como la desinfección del material recibido, el distanciamiento social y uso de mascarillas y guantes en el manejo de todo el material de suelta. Asimismo, continúa la campaña de información a particulares y propietarios sobre el estado de los trabajos y las recomendaciones de gestión en los sotos donde se realizan las sueltas del parasitoide. Entre ellas, se recomienda no destruir restos de poda mediante el empleo de fuego para no matar a los ejemplares reproductores y su descendencia.

Esta plaga está presente en la provincia de León desde 2017, cuando se manifestó en sotos de la comarca berciana, en la zona más cercana a Galicia. En 2018 y 2019 también se localizaron focos estables de avispilla en Zamora y en la zona colindante con Portugal. Además, también fueron interceptadas y destruidas partidas de plantas con avispilla en la provincia de Ávila.