El delito es delito
Últimamente se oyen tambores de guerra, un monstruo desigual, con un pie de barro y el otro de palo florido, camina a buen ritmo y sin tropiezos hacia la debacle de la democracia. No nos regocijemos en apuntar al monstruo y llamarle monstruo, a nadie se escapa que una barbaridad suscita asombro y repugnancia, nos debemos a un mayor criterio intelectual y moral si queremos ser dignos de considerarnos sus críticos.
El Gobierno se plantea una promesa, que yo inicialmente me tomé como una fanfarronada electoral, de esas que sirven para ganar votos pero que luego no se materializan, como aquella de que iban a derogar la llamada «Ley Mordaza» y que sin embargo ha terminado siendo no solo incumplida, si no que han aprovechado la dicha Ley de Seguridad Ciudadana para poder mantener el Estado de Alarma y sus consecuentes condiciones.
La promesa que parece que sí van a cumplir es la de penalizar la apología del franquismo.
La censura de la censura
Me llama la atención que después del circo que montaron con la exhumación del cuerpo de Franco, todavía tengan ganas de hacer más daño a España. ¡Perdonad queridos lectores! al nombrar España no quiero robar a nadie su identidad, tanto es España para la gente de izquierdas como de derechas, pero precisamente por ello pienso que esto daña a España en su globalidad, ¿acaso en democracia es permisible el deshonor sin juicio previo? ¿es permisible la presunción de culpabilidad?
No, creo que me entienden mal, yo no digo que Franco no fue un dictador, yo lo que digo es que sin juicios en Tribunales legalmente constituidos, dar rienda suelta a estos juicios mediáticos es igual que cuando EEUU, durante la Guerra Fría hizo su famosa persecución de comunistas en medios comunicativos y sociedad, una barbaridad. Dar credibilidad a las palabras de un político sin juicios ni investigaciones es ponernos en las manos de un posible dictador.
¡Ay pero qué cosas dices, exageraciones! Parece ser que cuando la izquierda habla de dictadura en los gobiernos de la derecha, todo son aplausos, todo son ovaciones y gritos de libertad… Sin embargo cuando la derecha critica, y juzga peligrosas ciertas derivas institucionales, todo son abucheos, insultos y menosprecios.
Al principio de la democracia, durante la llamada Transición, se firmó una Amnistía para que no pudieran ser juzgados ni examinados los hechos y las personas del Regímen Franquista. El objetivo no era otro que pasar página y evitar revanchismos políticos que en última instancia solo habrían dañado a los ciudadanos, lo hecho hecho está. Me resulta inconcebible que algo que no ha sido juzgado pueda ser punible. ¿Cómo puede ser que si el Régimen de Franco no ha sido juzgado, puedan imponernos una censura en la libertad de expresión?
Sin juicio no puede haber condena en democracia
Desde mi punto de vista hubiera sido mejor hacer unos juicios como se hicieron en Nuremberg, pero después de 40 años, ¿a qué viene todo este revoltijo de ideas y proclamas? Cuarenta años después la mayor parte de las personas que vivieron la Guerra Civil y el Régimen ya murieron, o no están capacitados para dar testimonio fiel ante tribunales sobre lo sucedido. Así que solo me queda creer en las proclamas del Gobierno de turno, de que es imperativo cesar a los ciudadanos que defienden el régimen anterior a la democracia. Sin juicios, solamente debo creer que como fue una dictadura es presumible que todos eran culpables, ¿quién quiere democracia teniendo la razón socialista de nuestra parte?
Es insultante para las víctimas del franquismo que todo resarcimiento ante su dolor sea ver cómo algunos partidos políticos deben dejar de existir, o como mínimo dejar de ver ciertas palabras en los medios (aunque no he visto tantos medios políticos alabando a Franco a diferencia de a Che Guevara o Lenin). Así pues nuestras condolencias con las víctimas es decirles que hemos callado a la oposición, pero los asesinos seguirán sin ser juzgados, porque eso va más allá de lo posible dado el cinismo del Gobierno.
Vamos allá, otra vez, vamos allá, a seguir los pasos de una Europa derrotada por su mojigatería, ahora sigamos los pasos de Alemania, que en su intento de ser el ejemplo de Democracia que el mundo quería ver, hizo unos juicios de Nuremberg, que seguidamente terminaron con la libertad de expresión de su propio pueblo, algo muy democrático (sígase el sarcasmo por favor) al prohibir el nombramiento o formación de grupos de ideología afín al dictador, así como también se prohibió la investigación crítica de los hechos relatados.
No es cuestión de que la verdad sea indudable, si no de que el individuo, en democracia, debe tener la libertad y el derecho de dudar, investigar y llegar a sus propias conclusiones. ¿Eso es lo que se quiere conseguir en España?
A este ritmo solamente podremos saber de Franco lo que el cine español, tan centrado en hacer documentales históricos de la época de Franco, nos puedan decir o contar.
Me resulta indignante que la izquierda aproveche momentos de crisis como el que vivimos para hacer cosas que no tienen la menor relación con el momento que vivimos. España se rompe geográficamente, España se rompe por una enfermedad, España se rompe en un Parlamento dividido por ideologías trasnochadas de los años 30, pero la solución es prohibir el ensalzamiento de una personalidad que cesó su actividad hace 45 años.
Supongo que después de este paso el siguiente sea seguir censurando, el siguiente paso es censurar a la izquierda, a mi me ofende que se enarbolen la hoz y el martillo como si nada, cuando millones de rusos, judíos y homosexuales fueron masacrados y esclavizados en la URSS, cuando millones de individuos sufren en China un régimen de control absoluto sobre las libertades individuales. En definitiva la ideología comunista ha demostrado ser tan cruel y criminal como la fascista o nacional-socialista.
La libertad debe ser el eje de la historia, todos construimos juntos en democracia
En mi mundo ideal no habría censura, no impondría la moral sobre la libertad de pensamiento y expresión, porque me da igual si te acuestas por las noches con un retrato de Hitler o de Stalin mientras respetes la libertad Constitucional y sus leyes. En mi mundo no tengo miedo de tus ideas porque creo que todos los ciudadanos, en democracia, comparten la tarea de dirigir el país, ¿acaso los ciudadanos totalitarios no trabajan y pagan impuestos, no colaboran con el país igual que los demócratas? Negar a unos la condición de ciudadanos al negarles la expresión de lo que su corazón clama, es decir que no todos somos iguales ante la Ley, solo son iguales ante la Ley los afines al Régimen.
¡Voilà! Sin darnos cuenta ya no es democracia, es Dictadura, porque sin igualdad ante la ley solo somos marionetas de quienes nos gobiernan.
Si no piensas como Pedro Sánchez y como Pablo Iglesias es mejor que te quedes callado si no quieres ser multado o juzgado. Mientras tanto observa a tus conciudadanos levantar banderas comunistas, y hablar de Stalin como si hubieran tomado un café ayer con él, con total tranquilidad, blanqueando sus crímenes mientras te miran con sonrisa socarrona, pensando : «Eso es, quédate callado, la ley te obliga a callar, tú eres criminal por ser de derechas, yo soy el libertador del pueblo, yo soy necesario, tú no.»
Si alguien piensa que una historia así puede acabar bien que tengan el gusto de mirar al pasado y ver lo que sucedió tristemente en 1936.