La deuda viva de la Comunidad ascendía a 12.780 millones de euros a 31 de marzo de 2020, de acuerdo con la estadística del Banco de España publicada hoy, lo que equivale al 21,4 % del Producto Interior Bruto (PIB), 2,7 puntos por debajo de la media autonómica, que se sitúa en el 24,1 % del PIB nacional.
La aportación de Castilla y León al endeudamiento global de las autonomías españolas es limitada, de acuerdo con los datos facilitados esta mañana por el organismo regulador. En concreto, al término del primer trimestre del año se cifraba en el 4,3 % del total de las comunidades, contabilizado en 297.866 millones de euros.
A esa misma fecha y en términos absolutos Castilla y León sumaba 12.780 millones de euros de pasivo. Esta cantidad representa el 21,4 % del Producto Interior Bruto lo que le sitúa en la novena posición en la lista de territorios menos endeudados de España, por detrás de País Vasco, Canarias, Madrid, Navarra, Galicia, La Rioja, Asturias y Andalucía. Esta posición relativa denota la responsabilidad con la que la Junta viene utilizando esta fórmula de financiación, respetando de nuevo con los límites al endeudamiento fijados por la normativa de estabilidad presupuestaria.
En este importe el supervisor bancario incorpora los créditos reintegrables que la Administración de la Comunidad ha concedido a empresas de la región, cuantificados en 261,5 millones de euros; el denominado ‘factoring’ sin recurso –o lo que es lo mismo, los créditos comerciales con la Administración que se han cedido a entidades financieras–, que añade 98,6 millones de euros, y el endeudamiento asociado a proyectos de colaboración público-privada y otra deuda imputada, que se cuantifica en 281,1 millones de euros.
El análisis de la estructura de la cartera de endeudamiento de Castilla y León en términos SEC 2010 (Sistema Europeo de Cuentas) y atendiendo a quines son los prestamistas indica que, al final del primer trimestre de este año, el mayor peso corresponde a las emisiones de deuda pública realizadas por la Comunidad que representan el 28,7 % del total, con 3.665,4 millones de euros.
Por su parte, los préstamos con el Fondo de Facilidad Financiera, segundo prestamista de la Comunidad, se elevan a 3.443,8 millones de euros, –en concreto, el 27 %– resultado de decisión de adhesión del Gobierno autonómico a este Fondo para satisfacer las necesidades de endeudamiento del ejercicio 2015, las del segundo semestre de 2017, así como las del año 2018 y del primer trimestre de 2020. Como cuarto prestamista figura el Banco Europeo de Inversiones, con 989,6 millones de euros, un 7,7 % de la deuda de la Comunidad.
Por otro lado y de forma similar a trimestres anteriores, el 95,5 % del endeudamiento castellano y leonés correspondía a la Administración General, frente al 4,5 % de universidades, organismos autónomos, entes públicos de derecho privado y empresas públicas, entre otros.
Respecto a los plazos de vencimiento, el 96,5 % de la deuda viva de la Comunidad está formalizada a largo plazo, frente al 3,5 % firmada a corto. El 78,9 % está concertado a tipo de interés fijo y el 21,1 % a variable, un reparto que permite mitigar el efecto de posibles subidas futuras del Euribor.
Sin deuda de las empresas públicas
Finalmente, cabe señalar que el Banco de España, además de los 297.866 millones de euros en que cifra el endeudamiento global de las autonomías, contabiliza en 2.749 millones de euros, la deuda de otras empresas públicas que pertenecen a las CCAA que no están incluidas en el perímetro SEC 2010, sin que corresponda ninguna cuantía a Castilla y León.