El Ayuntamiento opta por proteger a los habitantes de este importante enclave de atracción de visitantes y peregrinos, ante las dificultades para cumplir de manera estricta los protocolos sanitarios
Hospital de Órbigo, uno de los municipios de la provincia que ha sufrido de manera importante los efectos de la primera oleada de contagios de la pandemia de coronavirus, no abrirá este verano la piscina ni el camping municipal. Así lo ha decidido el Ayuntamiento de la Ribera, “por responsabilidad hacia nuestros vecinos”, asegura el concejal responsable de las instalaciones de baño, Mario Rodríguez.
Al igual que numerosos municipios de España, Hospital de Órbigo ha optado por reducir este verano el movimiento y el contacto entre personas en sus calles. Ha inclinado la balanza a favor de proteger a los habitantes de este municipio, que cada temporada veraniega se convierte en un punto de atracción de turistas y peregrinos por ser un enclave privilegiado del Camino de Santiago y de la Ribera del Órbigo. Y es, precisamente, ese enorme flujo de visitantes el que ha provocado la “dolorosa” decisión porque “lo lógico y responsable es no abrir después de todo lo que hemos sufrido y luchado contra la Covid-19”, señala Mario Rodríguez.
Además de la contención del flujo de visitantes, en la decisión de no abrir las dos infraestructuras turísticas ha pesado el estricto cumplimiento de los protocolos del Ministerio de Sanidad y la Junta de Castilla y León que establecen las condiciones y recomendaciones para las piscinas y campings. “Son medidas que generan demasiadas dificultades para una apertura segura que no ponga en peligro de contagio a los usuarios”, manifiesta la concejala responsable del camping, Cristina Simón.
Controlar el mantenimiento de los aforos permitidos, la distancia entre adultos, y sobre todo niños, en los baños y zonas comunes del camping o en el césped y lavabos de la piscina, es una tarea que precisaría de la contratación de trabajadores extras, “necesitaríamos contratar a más personas para que se encargaran únicamente de vigilar que se cumple la normativa”, subraya Mario Rodríguez, “y aún así no podríamos garantizar que no vaya a haber gente que la incumpla; creemos que sería como abrir todo a medias y estamos seguros de que no saldría bien”, apostilla Cristina Simón.
Ante las dudas de la ‘nueva normalidad’ con que habrá que convivir en las vacaciones de verano, “ha primado la responsabilidad y la salud aún sabiendo que supondrá una considerable merma de ingresos para el Ayuntamiento”, concluye el alcalde, Enrique Busto.