El paro se redujo en León en 1.947 personas en julio y los cotizantes subieron en más de 2.600 nuevos afiliados
El balance que deja el mercado laboral en la provincia en el mes de julio, el primero de la nueva normalidad tras el levantamiento del estado de alarma, es positivo a juzgar por las cifras del paro y la Seguridad Social conocidas hoy. El desempleo se redujo en León un 6%, casi 2.000 leoneses salieron de las listas del SEPE, la mayor parte, 1.418 trabajadores, del sector servicios.
Era lo esperable, que el mercado laboral se reactivara en julio y que las contrataciones aumentaran, como así ha sido respecto al mes anterior, con 3.504 nuevos contratos firmados en la provincia (49% más respecto al mes anterior). Sin embargo, en términos interanuales la situación es bien distinta con una caída de la contratación de casi el 32%.
La reapertura, aunque a medio gas, de sectores clave para la economía leonesa, como la hostelería, el turismo y el comercio, se ha notado en el incremento de la afiliación y en la reducción del paro. Casi 63 puestos de trabajo creados cada día en León en el pasado mes. A pesar de ello, 31.223 personas siguen sin empleo en la provincia, la mayor parte de ellos (67%) del sector servicios, y el escenario donde nos encontramos sigue estando marcado por la crisis sanitaria del Covid-19 y el terrible impacto en la economía, reflejado en los datos negativos de la última encuesta de la EPA.
Y lo mismo ha sucedido a nivel de Castilla y León, donde el paro bajó un 6,14%, siendo la segunda comunidad donde más se redujo el desempleo en el mes de julio.
En cuanto a la afiliación a la Seguridad Social, julio nos dejó también un buen dato: 2.683 nuevos cotizantes, un incremento del 1,7% respecto al mes anterior, con lo que la cifra de afiliados asciende a 156.765 personas. A pesar del rebrote de la ocupación, queda mucho terreno por recorrer puesto que observamos la pérdida de 4.724 cotizantes en un año, una caída anual del 2,93%.
Para recuperar el empleo perdido por la pandemia y evitar una recesión económica profunda es urgente impulsar el crecimiento sostenible y la competitividad favoreciendo la innovación, el emprendimiento, el aumento de tamaño de las empresas; impulsando la inversión en tecnología y digitalización; liderando la apuesta por la sostenibilidad; reforzando el valor añadido de la industria; desarrollando un nuevo modelo de turismo, además de transformar las actividades de distribución y logística.