La situación de empeoramiento de la pandemia con un importante aumento de casos de contagio, está obligando a muchas comunidades autónomas a endurecer sus medidas preventivas para garantizar una vuelta al colegio más segura a nivel sanitario.
El panorama de incertidumbre con el que nos encontramos en Castilla y León es inviable, la incertidumbre no puede ser una opción. Recientemente la Junta ha anunciado la reducción al 50% del aforo en establecimientos abiertos al público, y si tenemos en cuenta que un colegio es un establecimiento público también, consideramos que cabría la posibilidad de reducir igualmente el 50% de los alumnos por aula, pasando por la contratación de más profesorado y con turnos de mañana y tarde. La educación no puede llevarse a cabo en malas condiciones, y pese a la excepcionalidad de la situación, las instituciones y la Junta, deben de ejercer su labor de organizar una vuelta al colegio bajo unas condiciones estrictas de control y poniendo a disposición de las familias y los usuarios todas las facilidades para que la incertidumbre deje de ser una opción en estos momentos.
Y dado que la Junta ha demostrado sobrarle el dinero para repartir en el Consejo Comarcal del Bierzo, el mismo en liberaciones, debe demostrar esa capacidad financiera duplicando la contratación del número de profesores y reduciendo a la mitad la ratio de alumnos que eso es lo que está exigiendo a los locales públicos comerciales y de ocio.