León lidera la caída del paro en la Comunidad con 717 desempleados menos en agosto
Agosto no ha sido un mal mes en términos de empleo en la provincia de León, que registró una caída del paro del 2,3% respecto al mes anterior en el que se empezó a recuperar la actividad tras el estado de alarma. 717 trabajadores salieron el pasado mes de una lista del paro que afecta todavía a 30.506 leoneses, sin sumar los afectados por ERTE que no contabilizan a efectos de desempleo.
Todos los sectores de actividad tuvieron buen comportamiento en agosto, el segundo mes de la nueva normalidad, pero destacamos el dinamismo de la agricultura y los servicios para generar empleo, siendo los motores que más han tirado en la economía provincial, con 613 desempleados menos en estas dos actividades.
La provincia de León ha estado a la cabeza en la reducción del paro en Castilla y León y, junto con Zamora, son las únicas dos provincias que no sufrieron incrementos. La Comunidad registró un aumento del paro del 0,27% y el conjunto nacional del 0,79% respecto al mes anterior.
A pesar de estos buenos datos y de que León ha sido la provincia de la Comunidad que más empleo creó en agosto, el balance anual no es nada halagüeño. Tenemos que recordar que hay 3.321 parados más que hace un año, un incremento interanual del desempleo del 12,22%, por debajo de la tasa regional, que subió un 18% y de la nacional, que aumentó un 24%. El grueso de estos trabajadores en paro son del sector servicios, con más de 20.000 demandantes de empleo, para los que es necesario un esfuerzo mayor para mejorar su empleabilidad y recolocación.
Desde el CEL insistimos en que para paliar los dañinos efectos que está teniendo la pandemia en la actividad económica y en el empleo es urgente la actualización y modernización del modelo productivo a esta nueva situación, con reformas estructurales que tienen que afectar también al sistema educativo. De otra forma, no estaremos en condiciones de generar y aprovechar el talento que necesitaremos en el futuro.
Esta crisis, que está siendo más profunda y larga de lo que imaginábamos, tendría que ser aprovechada por los respectivos gobiernos, junto a los sectores empresariales y sociales, para impulsar un crecimiento sostenible y una mayor competitividad de nuestra economía.
Tienen una nueva ocasión para demostrar que son posibles los consensos parlamentarios en la negociación de los Presupuestos Generales del Estado de 2021 que son absolutamente imprescindibles para el inicio de la recuperación en nuestro país.