La concejalía de Deportes estableció un estricto protocolo de seguridad en las instalaciones de Trobajo del Camino y San Andrés, que periódicamente han superado inspecciones oficiales de la Consejería de Sanidad con un destacado cumplimiento de las medidas de control impulsadas por la concejala Esperanza Crespo
Las piscinas de verano de Trobajo del Camino y San Andrés del Rabanedo cerrarán sus puertas este próximo domingo, 6 de septiembre, para despedir una temporada estival en la que han recibido a cerca de 14.000 bañistas, entre ambas instalaciones, desde su apertura en el mes de julio.
En concreto, la piscina del Centro de Ocio de Trobajo del Camino, que como es habitual recuperará la cúpula para adaptarse como piscina de invierno, recibió a 5.530 personas desde su apertura el seis de julio y hasta la jornada de ayer, jueves.
Por su parte, por las instalaciones de San Andrés pasaron un total de 8.3017 bañistas desde su puesta a punto el 10 de julio y tras ser sometidas a una actuación de mejora en los vestuarios y el perímetro de la piscina olímpica, que fue reparada con pintura de pista deportiva y árido de sílice antideslizante para evitar incidentes.
Ambos recintos deportivos abrieron con aforo limitado y cita previa, adaptándose a un protocolo de seguridad que establecía controles de acceso, uso de gel hidroalcohólico, entradas y salidas diferenciadas, distribución de cartelería con las normas de uso o, más recientemente, el uso obligatorio de mascarilla en toda la zona salvo para el baño, según se estableció en el Plan de Medidas de Prevención y Control de la Junta de Castilla y León.
Tanto el Centro de Ocio y la piscina de Trobajo del Camino como las instalaciones de verano de San Andrés han pasado periódicamente controles de los Servicios Técnicos de la Consejería de Sanidad, desde los que se ha destacado el protocolo puesto en marcha por la concejalía de Deportes que encabeza la edil Esperanza Crespo.
La concejala ha agradecido el esfuerzo realizado por la plantilla de ambos centros municipales durante estos meses para garantizar al máximo la seguridad en una temporada de verano marcada por la COVID-19, así como a todos los usuarios y usuarias “que han sabido entender que había que reforzar los controles y cumplir estrictamente con los protocolos en un ejercicio de responsabilidad social y prudencia beneficioso para todos”.