- El delegado territorial de la Junta en León, Juan Martínez Majo, ha visitado este enclave catalogado como Bien de Interés Cultural y en el que, durante el próximo mes, está prevista la construcción de una cubierta a cuatro aguas y el remate de los muros del adarve de la torre.
El delegado territorial de la Junta en León, Juan Martínez Majo, ha procedido esta mañana a la firma del acta de replanteo e inicio de las obras de la torre del castillo de Balboa. El importe de la inversión es de 50.648,24 euros en la ejecución de la obra y su dirección técnica, financiada por la Dirección General de Patrimonio a través de los presupuestos desconcentrados en la Delegación Territorial. El Ayuntamiento de Balboa, que ha aportado el proyecto redactado por el arquitecto Fidel Ramón, ha gestionado el conjunto de intervenciones en el monumento, contando para ello con sus aportaciones y las subvenciones de otras administraciones.
La empresa adjudicataria de la obra es ‘Rubén Santín Vecín’, contando con el plazo de un mes. El objetivo de la intervención es la construcción de una cubierta a cuatro aguas y el remate superior de los muros del adarve de la torre. Ello permitirá la protección del edificio frente a la acción de agentes atmosféricos propios de esta región y la habilitación en el futuro de un acceso a los diferentes niveles de uso originales así como al remate superior de la torre.
“Se trata de una actuación importante por parte de la Consejería de Cultura para reconstruir la cubierta de esta torre del homenaje, una actuación con perspectiva de futuro puesto que la Junta ha hecho la parte arqueológica, reconstruyendo esa torre, pero habrá más actuaciones para que este tipo de monumentos se pongan en valor debido a su gran potencial turístico”, ha señalado el delegado territorial.
Esta obra corresponde a la cuarta fase de actuación en el Castillo de Balboa, estando considerada como una medida urgente, con un grado de necesidad elevado. Las condiciones climatológicas de la zona, principalmente las filtraciones de agua junto con las bajadas de temperatura, convierten una torre de muros de 2.50 metros de ancho en un elemento frágil.
Desde cultura recuerdan que una actuación en un edificio de estas características requiere un importante estudio e investigación, no solo de las características constructivas, sino también un análisis arqueológico e histórico de la fortaleza. En los distintos proyectos presentados se van añadiendo en las memorias los avances del conocimiento general del castillo, ampliándose así la documentación a medida que se realizan las mismas obras y se encuentran restos que evidencian lo que antaño fue este enclave. Datos que después son interpretados por técnicos estudiosos específicos de este tipo de edificios para posteriormente acometer las tareas de consolidación de la manera más rigurosa, basada en los estudios previos que requiere un Bien de Interés Cultural.