- El presidente de la Junta asegura que las prioridades serán garantizar la prestación de los grandes servicios públicos, reforzar la protección social de los colectivos más vulnerables y favorecer el crecimiento económico y la creación de empleo
- Reafirma que Castilla y León no subirá impuestos a familias, pymes y autónomos, pero ante la caída de ingresos de la financiación autonómica y por los tributos propios, será preciso recurrir a la deuda para afrontar la crisis causada por la pandemia
- Insiste en la importancia del diálogo y el entendimiento político para ofrecer certidumbres y oportunidades a los ciudadanos de esta tierra y superar esta situación desde la unidad
El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, ha avanzado esta tarde en el Pleno de las Cortes que el Consejo de Gobierno aprobará el próximo jueves el techo de gasto no financiero, un trámite con el que se da un paso decisivo en el proceso de confección del Proyecto de Ley de Presupuestos de la Comunidad para 2021.
El jefe del Ejecutivo autonómico ha aprovechado este anuncio para insistir en su oferta de diálogo a los grupos parlamentarios con el objetivo de consensuar las Cuentas para el próximo ejercicio, que deben dar una respuesta eficaz a la crisis generada por la pandemia.
En este sentido, las prioridades de los próximos Presupuestos autonómicos se centrarán en primer lugar en garantizar el mantenimiento de los grandes servicios públicos, como la Sanidad, la Educación y los Servicios Sociales.
Asimismo, los recursos disponibles se destinarán a reforzar la protección social para atender las necesidades de los colectivos más vulnerables. Y finalmente los esfuerzos se orientarán a estimular el crecimiento económico a través de políticas e incentivos que favorezcan tanto la recuperación de los sectores productivos más afectados por la crisis sanitaria, como la consolidación y la generación de nuevo empleo.
Durante el debate parlamentario, el presidente ha adelantado que el techo de gasto no financiero, que ascenderá a 11.000 millones de euros y se aprobará este jueves, reflejará una reducción de los ingresos procedentes del modelo de financiación autonómica, un sistema que sigue perjudicando a Castilla y León, con unas entregas a cuenta inferiores a las de 2020.
La crisis económica tendrá también un impacto negativo en la recaudación por los tributos propios que, según las previsiones, se contraerá frente a la registrada antes de la recesión.
El objetivo de déficit será más elevado que el vigente en este ejercicio, aunque respetará en todo caso el margen de referencia autorizado por el Gobierno de España para el conjunto de las comunidades autónomas.
Esto permitirá a Castilla y León recurrir a la deuda como fuente extraordinaria de financiación para hacer frente al duro y complejo escenario que está dejando la pandemia sin tener que incrementar la carga fiscal a ciudadanos y empresas. En este punto, Fernández Mañueco ha reafirmado su compromiso de no subir los impuestos ni a las familias ni a las pymes ni a los autónomos.
Además, ha señalado que la Comunidad continuará manteniendo una ratio de deuda en relación con el tamaño de su economía inferior a la media del conjunto de autonomías.
El presidente ha incidido en la importancia del diálogo y el entendimiento político, especialmente en el contexto actual, para ofrecer certidumbres y oportunidades a los ciudadanos de Castilla y León y superar esta situación trabajando unidos.