ASAJA ha elaborado una tabla comparativa con las principales comunidades de regantes dependientes de la Confederación Hidrográfica del Duero
Los agricultores de regadío de la provincia de León soportan costes distintos por el agua de riego dependiendo de las diferentes zonas regables. Los agricultores pagan a la Confederación Hidrográfica del Duero un canon por el uso de los pantanos y una tarifa de utilización del agua por el uso de los canales de transporte de agua, que contempla la Ley de Aguas, y para los que cada año la Confederación Hidrográfica del Duero fija los importes. Además, la mayoría de los regantes están organizados en Comunidades de Regantes y los comuneros sufragan los gastos corrientes y las amortizaciones y reparaciones que cada año acometen. En el caso de los regadío modernizados y de los nuevos regadíos, hay que amortizar las infraestructuras creadas para llevar el agua desde las grandes arterias de riego hasta pie de parcela (riego a presión), obras que en el caso de la modernización se han ejecutado con acuerdos entre comunidad de regantes, Junta de Castilla y León y la empre pública SEIASA, y en el caso de nuevos regadíos como inversión total bien del Ministerio de Agricultura o de la Consejería de Agricultura. Estas inversiones, respecto a los nuevos regadíos, todos ellos en la segunda fase de los regadíos de la Margen Izquierda del Porma o de Payuelos, están pendientes de comenzar el periodo de amortización.
En los ríos no regulados no se paga canon ni tarifa de utilización del agua, y los únicos gastos son los que en su caso gire la comunidad de regantes, que suelen ser mínimos. En los ríos regulados, la tarifa y el canon es menor cuando las obras se han ejecutado hace tiempo y por lo tanto ya están amortizadas, y en los regadíos modernizados hay que afrontar además la amortización de dicha modernización y el coste energético del agua de riego, y suele ser de importe similar en todas las comunidades de regantes.
ASAJA aclara que pagar menos no supone estar en ventaja, ya que los que pagan menos, o bien no tienen garantía de suministro, como ocurre en los ríos no regulados, o no tienen las infraestructuras modernizadas para poder regar con agua a presión a la demanda. Hoy las explotaciones más rentables son las que se riegan con sistemas modernos, aunque el coste sea mayor.
El coste más asumible, si nos referimos a comunidades de regantes de cierta entidad, es el que pagan los agricultores del Canal de Arriola (alto Porma) o los agricultores del Canal del Esla, que en este último caso pagan 41 euros por hectárea. Los nuevos regadíos vinculados a Riaño, y los regadíos modernizados del Páramo Alto, Páramo Bajo y Páramo Medio, tienen unos costes entorno a los 205 euros por hectárea, a lo que se suma el coste energético por el agua consumida que es de unos 75 euros por hectárea, lo que hace un coste total 280 euros por hectárea.
En los nuevos regadíos vinculados a Riaño, una vez que se comience la amortización de la obra a pie de parcela, serán los más caros de la provincia, ya que se amortizan en menos años que en el caso de la modernización, y además al ser nuevos regantes pagan más en concepto de tarifa y canon. ASAJA estima que estos reganes pagarán cifras comprendidas entre 350 y 400 euros por hectárea incluyendo todos los costes.