Facultades y escuelas han incrementado sus recursos informáticos para combinar las clases telemáticas y presenciales, y han dispuesto Aulas Espejo y Aulas Escucha para reducir la presencia de alumnado en un mismo aula y garantizar la calidad docente.
Un mes antes del inicio de curso universitario una nueva orden ministerial sobre exigencias sanitarias derivadas de la pandemia de COVID-19, incorporó a las medidas ya existentes de ocupación del 50% del aforo en aulas y uso de mascarilla, el metro y medio de distancia entre estudiantes. Ese número llevó a todas las facultades y escuelas de la Universidad de León a reprogramar la organización de cada centro, pero siempre con el máximo esfuerzo de mantener la docencia presencial, aunque esto conllevara la utilización de aulas improvisadas como salones de actos, salas de reuniones y aulas magnas. Hoy pasados ya dos meses del inicio de curso, el alumnado de la ULE tiene garantizado su aprendizaje gracias a la labor, colaboración y comprensión de profesores y personal de administración y servicios.
Esa defensa de la docencia presencial fue remarcada por el Rector, Juan Francisco García Marín, en su discurso de apertura de curso. “Vuelvo a insistir en la importancia de la educación presencial en la universidad pública, es importante esa relación profesor-alumno directa, eso no lo podemos perder aunque nos adaptaremos a lo que venga”. A partir de esa necesaria conexión profesor-alumno, los centros de la ULE han desarrollado todo un engranaje de adaptación de horarios, aulas, asignaturas y material tecnológico para cumplir con ese objetivo de docencia presencial, y han aportado soluciones en aquellos casos en los que no se han podido salvaguardar las medidas de 50% de aforo y metro y medio de distancia. Para ello, la ULE ha hecho una apuesta clara por aumentar el equipamiento informático en las aulas de todos los centros universitarios gracias a la colaboración de la Junta de Castilla y León y el soporte de los Fondos Covid y Fondos Europeos de Desarrollo Regional (Feder) para promover el desarrollo tecnológico, la innovación y una investigación de calidad.
Esas soluciones pasan por diversas opciones, desde la separación de las clases en grupos presencial y online, con turnicidad semanal, con un modelo mixto que combina de forma síncrona las clases presenciales y por videoconferencia, debido a las limitaciones de aforo de las aulas, a aquellos centros que con disponibilidad de espacio han habilitado aulas espejo (donde se puede seguir al profesor en video y audio del aula contigua), y puestos de aula escucha con el fin de facilitar al estudiante la presencia en el centro en caso de que tenga una clase presencial y a continuación ha de asistir a otra por videoconferencia.
En el caso de la Escuela de Ingenierías Industrial, Informática y Aeroespacial son 170 puestos de ‘Aula Escucha’ los habilitados por el equipo directivo en dos aulas y la Biblioteca del centro y en cuatro aulas del Edificio Aulario del Campus. Los estudiantes de los cinco grados y cinco másteres que se imparten en este centro han sido relacionados en subgrupos para que “uno está presencial y otro sigue la clase por videoconferencia en tiempo real”, explica Inmaculada González, Subdirectora de la Escuela, quien destaca la excelente colaboración de docentes y estudiantes para el desarrollo de las clases. Esta escuela ha implantado webcams y unidades de micrófono/altavoz en todas las aulas, una webcam interactiva en el aula 1 que sigue al profesor durante sus explicaciones, una veintena de tabletas digitalizadoras y nueve pizarras digitales. Herramientas que sirven de apoyo a la docencia “y que han llegado para quedarse”, explica al tiempo que recuerda cómo “al principio existía algo de miedo en el uso de estas herramientas digitales, pero facilitamos formación a través de videos online y ahora la creatividad en recursos digitales por parte de los docentes es mayor y el rendimiento de los estudiantes ha aumentado un 300%”.
Similar dotación de webcam y micrófonos/altavoces han realizado en el resto de centros y facultades del Campus como así destaca José Vicente García, Vicedecano de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte: “Todas las aulas tienen estas herramientas para que las clases teóricas se impartan de forma síncrona, y cada curso tiene un enlace fijo en Google Meet durante todo el tiempo que dure esta situación”. La asistencia presencial en este centro se ha distribuido por semanas donde las impares asiste la primera mitad del listado de clase y las semanas pares, la segunda mitad. En el caso de la Facultad de Ciencias Ecónomicas y Empresariales, el equipo decanal ha tratado de “maximizar la presencialidad de la enseñanza, especialmente en 1º y 2º curso donde todas las materias son de formación básica y obligatoria”, explica el Decano, José A. Miguel Dávila que además valoró con el resto del equipo aquellas asignaturas donde el número de matriculados superara el aforo del aula “entonces se optó por búsqueda de espacios más amplios, división de grupos para enseñanza síncrona y presencial y reconfiguración de horario con el fin de garantizar mayor docencia presencial”.
La docencia presencial, online, combinada y con Aula Espejo también impera en la Facultad de Educación donde el alumnado ha sido estructurado según curso, grupo y aforo de aulas. “Gracias a la colaboración y capacidad de adaptación de nuestro profesorado y alumnado el curso se desarrolla con la normalidad de este difícil momento”, señala su Decana, Mª Lourdes Gutiérrez. De iguales alternativas dispone el alumnado de los tres primeros cursos del grado de Biología de la Facultad de Biológicas, también el alumnado de la Facultad de Ciencias de la Salud, mientras que en la Facultad de Veterinaria, se mantiene la docencia síncrona y el alumnado ocupa el mismo asiento a lo largo del curso. Sin embargo, bien por número de alumnos o por capacidad de aforo, la docencia es 100% presencial en las Escuelas de Ingenieros de Minas, de Ingeniería Agraria y Forestal, de Trabajo Social y en las Facultades de Filosofía y Letras, de Ciencias del Trabajo y Derecho donde el Decanato estableció grupos de mañana y tarde con el fin de garantizar la presencialidad del alumnado.