El procurador leonesista en las Cortes de Castilla y León, Luis Mariano Santos, presenta la enmienda a la totalidad de los presupuestos de la Junta, un presupuesto tardío e insuficiente para atajar la sangría económica y social de una comunidad birregional que debe pensar más que nunca en los leoneses y en los castellanos. Se trata de unas cuentas muy mejorables, y trataremos de lograr esas mejoras a través de enmiendas.
Criticó el leonesista que desde la Junta “repiten lo mismo cada ejercicio, que son unos presupuestos muy sociales, porque la mayoría del gasto se va a las 3 consejerías sociales”, y es que, afirmó Santos, “sólo faltaba que en época de desastre sanitario y económico”.
Se asegura que se califican de sociales y expansivos en el gasto, pero “eso no sirve para garantizar la valía de unos presupuestos porque se puede gastar mucho, pero mal. Muchas veces no es la cantidad, sino saber elegir dónde se gasta, una decisión que hoy puede ser vital, y por eso no compartimos la opinión de que sea el mejor presupuesto, máxime si tenemos en cuenta que la asunción de gastos en materia sanitaria y social para hacer frente a la pandemia es insuficiente en inversión para crear empleo y adolece de medidas correctoras para sectores en crisis. No es un presupuesto para la reconstrucción, no son cuentas necesarias para crear actividad incentivando una inversión que ayude a salir de esta situación”.
Recordó Santos el pacto de reconstrucción, “a día de hoy muerto, porque los que lo firmaron reniegan de él y los que no lo firmamos comprobamos que teníamos razón. Sólo hay que preguntar a los sectores económicos que les ha traído esa firma, a los más de 40000 leoneses y castellanos que se han quedado sin el complemento de los ERTES que se vendió en su día como ejemplo de ayudas, una ayuda que llegó tarde, que es insignificante y que encima deja fuera a gente muy necesitada, sin ni siquiera tener en cuenta el principio de necesidad”.
No hay tampoco suficiente inversión para nuestros autónomos, nuestras pymes, nuestro sector Horeca, demostrando que han preferido la foto de rigor y el aplauso mediático frente al bienestar de los ciudadanos, buscando una unanimidad que no es posible si lo que prima es la foto y no el panorama terrible con un PIB que cae a plomo y donde se prevé una economía en receso hasta el 2023. Presentan unas cuentas donde el desarrollo inversor sigue con tendencia centralizadora y aumentando aún más los desequilibrios territoriales coyunturales. Criticó que se sientan molestos y tachen de mentirosos unos datos que siguen tratando igual de mal a aquellos que más lo necesitan, unos números que dejarán una deuda pública de casi el 25% del PIB de la comunidad, por encima de los 13.000 millones de euros.
Tachó el presupuesto Santos de olvidarse de lo de la reindustrialización, o por lo menos de reindustrializar aquellos lugares faltos de músculo, y la muestra es cómo reparten el presupuesto en los polígonos industriales, “una comunidad donde sólo el sector de la automoción puede celebrar algo, donde el presidente dice que ama a los bercianos y dedica el doble de dinero en subir sueldos de los consejeros comarcales del Bierzo que en invertir radioterapia. Unas cuentas que dilapidan millones mientras los hosteleros suplican una ayuda, que dejan la consejería de empleo sin capacidad para invertir en lo que más necesita un territorio de posguerra, la generación de empleo, unas cuentas hechas para contentar socios, repartirse de forma justa las teclas del poder, con consejerías innecesarias, “fundaciones traje”, hechas a medida del consejero o presidente de turno para salvaguardar el honor y la autoestima política de quien necesita sentirse importante.