La exposición fotográfica podrá verse del 22 de enero al 26 de febrero en horario de 11.30 a 14.00 horas y de 17.00 a 19.45 horas
La artista visual Rocío Álvarez Cuevas abre este viernes, 22 de enero, la programación de la Concejalía de Juventud del Ayuntamiento de León con la exposición fotográfica ‘Uno, ninguno y cien mil’ que podrá verse en la primera planta de Espacio Vías hasta el próximo 26 de febrero en horario de 11.30 a 14.00 horas y de 17.00 a 19.45 horas.
La muestra ‘Uno, ninguno y cien mil’ está inspirada en la novela homónima de Pirandello. La exposición recoge una investigación visual sobre la identidad y las apariencias con un estilo de fotografía experimental y pictórico conceptualizado en blanco y negro.
Mediante el retrato de diferentes personajes la autora propone un juego del ser y el parecer con el que abordar la problemática de las apariencias a las que damos valor de realidad y, al tiempo, hablar sobre el mismo acto de observar y ser observados.
‘Uno, ninguno y cien mil’ narra la historia de varios personajes que sufren una crisis de identidad a raíz de mirar su reflejo en un espejo. Descubren que el espejo les devuelve la imagen del otro, de quien no son, sino del que parecen ser. A partir de ahí el individuo ya no es uno, sino cien mil, alguien con tantas personalidades como los demás puedan atribuirle. Aquellos que descubren ese paradigma se convierten en ninguno, al menos para sí mismo, porque no les queda más posibilidad que verse como los demás le ven, es decir, en sus cien mil diversas personalidades.
Mediante el uso de largas exposiciones y contrastes agudos entre las luces y las sombras se desarrollan personajes que parecen mutar en el mismo momento de la captura fotográfica. Retratos de identidad múltiple, reflejo de una mirada personal donde el espectador puede desarrollar diferentes lecturas e interpretaciones.
La muestra fotográfica ha sido conceptualizada específicamente para la primera planta de Espacio Vías de León. Iniciando el recorrido con un espejo, icónico, en el que el espectador puede escudriñar su reflejo para así conectar desde un primer instante con la propuesta expositiva llevada a cabo.