El Consejo de Gobierno ha aprobado esta mañana la prórroga de los precios actualmente vigentes del Programa Conciliamos para 2021, con lo que ya son ocho los ejercicios consecutivos en los que se mantienen congeladas estas tarifas. A través de este servicio, la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades presta atención lúdica a niños de entre 3 y 12 años en periodos vacacionales mientras sus padres trabajan, facilitando así que puedan compatibilizar su vida personal, familiar y laboral. La previsión es que 8.000 menores hagan uso de estos recursos a lo largo de este año.
Con la decisión de no alterar ni las condiciones ni el importe de las cuotas de este programa, el departamento que dirige Isabel Blanco pretende ser sensible a la delicada situación actual –marcada tanto por la crisis sanitaria como por la económica y social– y adaptarse a las necesidades que puedan tener las familias.
De este modo, el programa continuará siendo gratuito para las de menor renta, las numerosas de categoría especial y las víctimas del terrorismo o de violencia de género. La cuota será de cuatro euros diarios en el caso de familias con una capacidad económica de entre 9.000 y 18.000 euros y de seis euros si superan ese umbral. Asimismo, se mantienen las bonificaciones vigentes en los casos en los que dos o más menores de la misma unidad familiar sean usuarios del servicio o se participe en la totalidad del mismo.
Cabe recordar que Conciliamos ofrece a los progenitores que desempeñan una actividad profesional o cumplen otros criterios reglados en la convocatoria una alternativa para el cuidado de sus hijos durante los días laborables no lectivos de las vacaciones escolares. En concreto, este recurso está disponible en Carnaval, Semana Santa, verano y Navidad, en función del calendario aprobado por la autoridad educativa.
Al programa, que desde el pasado año se oferta en municipios desde 3.000 habitantes, pueden acogerse menores con edades comprendidas entre los 3 y los 12 años –o hasta 14 se si trata de alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo–, que en los periodos citados participan en juegos, actividades plásticas, artísticas o deportivas centradas en la promoción y sensibilización de los derechos de la infancia y en el fomento de la igualdad de oportunidades.
Para ello, es requisito imprescindible que los padres o tutores desarrollen una actividad profesional o formativa encaminada a su inserción durante el periodo vacacional; acrediten un grado de discapacidad igual o superior al 65 % o deban atender a familiares de primer grado con al menos dicho grado de discapacidad; tengan reconocido el carácter de cuidadores de personas dependientes; participen en un proceso selectivo para el acceso a cualquier administración pública, o padezcan enfermedad grave y/o deban seguir tratamientos médicos que imposibiliten el cuidado de sus hijos.
Cerca de 1,35 millones de euros para un servicio que generará medio millar de empleos
La Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades destinará este año casi 1,35 millones de euros a financiar este servicio dirigido a facilitar la conciliación de las familias de Castilla y León, en colaboración con las corporaciones locales, que sufragarán los gastos de mantenimiento de las instalaciones donde se presta.
Se estima que 8.000 menores participarán en las actividades planificadas para los cuatro periodos vacacionales (Carnaval, Semana Santa, verano y Navidad). Además, conviene resaltar que Conciliamos constituye también una fuente de creación de empleo, ya que la atención a los niños requerirá la contratación de más de medio millar de profesionales, de cumplirse las previsiones sobre usuarios.
Conviene señalar que el Programa Conciliamos es uno de los compromisos alcanzados en el Consejo del Diálogo Social e incluido en el Plan de Igualdad y Conciliación, en el marco de la Estrategia Integrada de Empleo, Formación Profesional, Prevención de Riesgos Laborales, Igualdad y Conciliación 2016-2020. En este tiempo, el servicio se ha ido mejorando y reforzando. Así, en 2018 se amplió su cobertura a nuevos periodos no lectivos –como Carnaval– y en 2020 se extendió por el territorio, llegando a núcleos rurales de hasta 3.000 habitantes.