Los disturbios suman hoy su quinta jornada en Barcelona, Lérida, Gerona, Madrid, Valencia, Granada y otras ciudades de España. Agresiones a agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, saqueos a centros comerciales y entidades bancarias, destrozos y quema de mobiliario público se suceden mientras se reduce el número de seguidores antisistema a estas manifestaciones ilegales pero se radicalizan sus acciones. León registraba el pasado 6 de febrero una concentración pacífica ante la Subdelegación del Gobierno. El Partido Popular pedirá, en la casa de todos los leoneses, que la Corporación manifieste su máximo respeto a la Constitución, el Estado de Derecho, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y el poder judicial; y la condena y rechazo a cualquier acto de violencia, más si cabe si es de apoyo a un condenado por agresión, amenazas, enaltecimiento del terrorismo e injurias a las instituciones del Estado.
Pablo Rivadulla Duró, más conocido como Pablo Hasél, fue detenido por primera vez en 2011 con 23 años por ensalzar en sus canciones a Manuel Pérez Martínez, máximo ideólogo y dirigente de la banda terrorista GRAPO. Tres años después, fue condenado a dos años de prisión por enaltecimiento del terrorismo, al ensalzar también a la Fracción del Ejército Rojo (RAF), a ETA y a Terra Lliure; en 2018 fue condenado a otros dos años de prisión por enaltecimiento del terrorismo e injurias a las instituciones del Estado.
Con un amplio historial delictivo y de condenas judiciales también por amenazas, agresiones y lesiones, finalmente Justicia le concedió 10 días para entrar en prisión a finales de enero. Tras atrincherarse en la Universidad de Lérida, causando numerosos daños en el edificio del Rectorado, finalmente fue detenido y conducido a la cárcel de Ponent (Lérida). Desde entonces, con la infame coartada de que esto suponía un atentado contra la libertad de expresión del ‘artista’, se han sucedido los actos violentos en varias ciudades de España, como Barcelona, Madrid, Lérida, Gerona, Valencia o Granada, entre otras. En el caso de León, se registraba el pasado 6 de febrero una concentración pacífica en apoyo a Pablo Hasél ante la Subdelegación del Gobierno, convocada por grupos de izquierda.
Los disturbios suman hoy su quinta jornada, con agresiones a agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, saqueos a centros comerciales y entidades bancarias, destrozos y quema de mobiliario público, mientras se reduce el número de manifestantes antisistema pero se radicalizan sus acciones.
Ante esta situación, el Partido Popular pedirá, en la casa de todos los leoneses, en el Salón de Plenos del Consistorio, que la Corporación manifieste su máximo respeto a la Constitución, al Estado de Derecho, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y el poder judicial; y la condena y rechazo a cualquier acto de violencia, más si cabe si es de apoyo a un condenado por agresión, amenazas, enaltecimiento del terrorismo, humillación a las víctimas e injurias a las instituciones del Estado.
León y los leoneses reiterarán de esta manera su compromiso con el Estado social y democrático de Derecho, la Constitución y la libertad de expresión, condenando los ataques a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, así como toda expresión y manifestación que incite a la violencia y al odio sin distinciones ni matices, respetando la independencia judicial.