La Federación ha presentado alegaciones para que se paralice el proceso y se permita la participación social y de técnicos cualificados en esta toma de decisiones
La RFEC recuerda que la caza sostenible permite que la presencia del lobo sea compatible con otros usos tradicionales, como la ganadería
La Real Federación Española de Caza (RFEC) ha presentado alegaciones para que se paralice el proyecto de Orden Ministerial para modificar el anexo del Real Decreto 139/2011 –para el desarrollo del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRE) y el Catálogo Español de Especies Amenazadas–, con el objeto de incluir todas las poblaciones de lobo ibérico, lo que supondría la prohibición total de su aprovechamiento cinegético en España.
Tras iniciar el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) el proceso de consulta pública previa de esta modificación legislativa, que finaliza el 26 de febrero, la RFEC ha solicitado que se paralice este proceso y se permita la participación social y de técnicos cualificados en esta toma de decisiones.
El cambio en la normativa se inició tras aprobar la propuesta la Comisión Estatal para el Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, por un voto de diferencia y con la total oposición de las autonomías que cuentan con el 98% de los ejemplares en sus territorios.
La Federación argumenta que, gracias a la declaración como especie cinegética al norte del Duero, y la caza sostenible llevada a cabo durante décadas, las poblaciones de Canis lupus signatus se han estado expandiendo, consolidando y recolonizando territorios, demostrado así que una gestión cinegética ordenada es beneficiosa para el incremento poblacional, el equilibrio natural de la especie en los ecosistemas y la reducción de conflictos con la ganadería extensiva, al hacer la presencia del lobo compatible con los usos tradicionales del medio donde habita.
El presidente federativo, Manuel Gallardo, ha remarcado la necesidad de que en este posible cambio de estatus del lobo participen todos los sectores afectados. “Hay que constituir un foro de debate con naturalistas, ganaderos, técnicos, científicos, cazadores, empresarios… y alcanzar decisiones consensuadas que favorezcan tanto la conservación y la expansión de la especie como la coexistencia pacífica entre ganadería y lobo ibérico”.
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