- Gemma Villarroel (Cs) considera que la Diputación de León debe favorecer su progresiva sustitución y pide que las intervenciones sean seguras
El grupo de Ciudadanos en la Diputación de León ha registrado una moción para su debate y aprobación en el Pleno con la que espera lograr la creación de una línea de subvenciones que facilite la retirada y sustitución de todos aquellos elementos que contengan fibrocemento con partículas amianto en los inmuebles de propiedad pública del mundo rural, iniciativa para la que pedirá el apoyo del resto de grupos políticos de la institución provincial.
“El amianto es altamente peligroso, de uso ya prohibido, pero que todavía existe en nuestros pueblos. Entendemos necesario, y más en estos momentos de incertidumbre económica y sanitaria, que se ponga en marcha esta ayuda”, ha afirmado la portavoz de Cs León y diputada provincial, Gemma Villarroel.
El fibrocemento es un material especialmente utilizado en construcción y se consigue, tal y como indica su nombre, mezclando cemento con fibras de refuerzo, las cuales le confieren manejabilidad a la par que resistencia y durabilidad. Hasta que no se descubrieron las propiedades tóxicas y potencialmente mortales del amianto, este mineral se utilizó asiduamente para la fabricación de elementos de construcción, por lo que sigue presente en muchas edificaciones y estructuras formando parte de tuberías, chimeneas, tejados e incluso depósitos de agua.
Los efectos perjudiciales del amianto llevaron a que la OMS lo catalogase en 1977 como producto cancerígeno, de igual forma que lo hizo en 1979 el Parlamento Europeo, que además dictaminó que debía prohibirse en todos los países de la entonces Comunidad Económica Europea. En España, los materiales que contienen amianto, conocidos en su momento como uralita, fueron prohibidos para su producción, uso y comercialización en 2002.
“Naturalmente proponemos, y es uno de los acuerdos de la moción, un desmantelamiento controlado a través de una empresa especializada y autorizada en el manejo de productos y residuos peligrosos”, ha explicado Villarroel.
En 2016 la Diputación de León desarrolló un plan específico para sustituir tuberías de fibrocemento que contuvieran amianto y en los dos años siguientes también incentivó algo parecido, a través de los planes provinciales, al obligar a que una parte del presupuesto fuera dedicada a la eliminación de estas instalaciones en muchos municipios de la provincia.