13% del PIB. Es lo que representa el mercado turístico en España, un porcentaje que podría ser más elevado si se cuentan servicios adicionales, hasta el 17%. Por ello, la puesta en marcha del ‘pasaporte COVID’ europeo es una medida que “reactivará el turismo”, aunque “llega tarde”, de acuerdo con Felipe García, Hernández, socio de Círculo Legal Madrid y responsable del Área de Turismo del bufete.
García ha participado junto a Mercedes Tejero, gerente de la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV), y Pedro Giménez, director North Atlantic Joint Business en American Airlines, en una conferencia donde han explicado en qué consiste el certificado verde digital y cómo afectará a la industria turística en España.
García explica que el pasaporte tendrá, en principio una duración de un año completo, durante el cual los países compartirán entre sí datos sanitarios. El experto apunta a que “no nos debemos preocupar por la protección de datos”, y aunque admite que “entiende las críticas”, en su opinión es “una buena idea para reactivar el turismo” y está justificado por el derecho a la vida y a la salud.
“Además, estos datos se borrarán de forma automática cuando pase un año”, señala el jurista. Este intercambio de información se da entre los 27 países miembros más Noruega, Islandia y Suiza.
En este sentido, es importante señalar que, para poder aceptar la entrada de la persona vacunada, esta debe haber recibido una dosis de alguno de los fármacos aprobados por la Agencia Europea del Medicamento (EMA). “Esto crea una problemática, ya que países miembros como Hungría han vacunado a parte de su población con vacunas no autorizadas”, apunta García.
¿Un pasaporte digital permanente?
El jurista espera que el ‘pasaporte COVID’ sea una herramienta “transitoria” y asegura que tal y como se define la legislación “no está pensado para durar más de uno o dos años”, aunque señala que puede crear un precedente importante.
“El ‘pasaporte COVID’ morirá, pero podría ser el embrión de un pasaporte de vacunación digital mundial”, asegura el experto, quien considera que es “un buen momento” para que los Estados comiencen a trabajar en un documento único de vacunación digital, al menos en el contexto europeo.
Un acuerdo, que, según el jurista, tiene un recorrido complicado. “Ojalá pudiéramos ponernos de acuerdo”, asegura García, quien considera que hay “demasiada burocracia” para avanzar en este sentido. |
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