El objetivo del equipo de Historia y Memoria Contemporánea es comparar los restos materiales entre las posiciones republicana y sublevada, para confirmar la hipótesis del mejor abastecimiento de material bélico y víveres.
El equipo de Historia y Memoria Contemporánea (HISMECON) de la Universidad de León ha realizado durante los primeros días de agosto unas segundas excavaciones arqueológicas en la comarca de Babia con la finalidad de estudiar los materiales y armamento utilizados por los dos bandos en la guerra civil. Parte del equipo de HISMECON ha desarrollado una intervención arqueológica en la localidad de Genestosa, financiada por el Ayuntamiento de San Emiliano.
Por segundo año consecutivo, HISMECON trabaja en la comarca de Babia documentando arqueológicamente los restos materiales de la Guerra Civil española, concretamente los del llamado Frente Norte, Frente de León o Frente de los Puertos. “Si en 2020 excavamos una trinchera y refugio en la zona de El Regañón (Torrestío), posición controlada por el bando republicano, en esta ocasión trabajamos en una posición principalmente adscrita al bando sublevado en Las Fanas (Genestosa)”, detallan los directores de esta excavación Javier Revilla Casado y Ana Cristina Rodríguez Guerra, profesores de Historia Contemporánea de la ULE. Ambos emplazamientos se encuentran en el frente indicado, concretamente en el llamado Sector San Emiliano en el que estaba en disputa el estratégico paso hacia Asturias por el puerto de Ventana.
El objetivo de esta segunda campaña es estudiar este extraordinario emplazamiento y comparar los restos materiales entre las posiciones republicana y sublevada, para confirmar la hipótesis del mejor abastecimiento tanto de material bélico como de víveres al bando sublevado. “En 2020 pudimos comprobar la obsolescencia y variedad de parte del armamento con el que contaban los republicanos en El Regañón, con munición anticuada y de diverso calibre. En lo que llevamos de excavación en Las Fanas hemos podido documentar ya arqueológicamente más de cien casquillos Mauser que, a falta del posterior estudio de laboratorio ya en la ULE, parecen mayoritariamente alemanes del año 1936. También hay abundantes restos de latas de comida y vidrios de botellas de vino o licores, lo que muestra un buen abastecimiento a la tropa ubicada en la posición objeto de estudio”, señalan Javier Revilla y Ana Cristina Rodríguez.
Además de los materiales arqueológicos, la posición de Las Fanas conserva un recinto fortificado en un buen estado de conservación, a pesar de su rápida construcción con mampostería en seco hace 84 años. Los investigadores de HISMECON explican que este recinto, por su estructura, corresponde a un fortín de tipo africanista con muralla y varios pozos de tirador o de centinela, estando protegido además por varias líneas de trincheras hacia la línea de fuego del frente.
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Su amplitud y potencial hacen que desde HISMECON-ULE se planteen futuras campañas para seguir excavándolo y así conocer mejor la vida cotidiana en el frente de guerra, recuperando científicamente piezas como una navaja de afeitar o botones, como los que han aparecido ya este año, que proporcionarán a los investigadores valiosos datos para ampliar el conocimiento sobre la Guerra Civil en la comarca de Babia.
La intervención también trata de consolidar básicamente o frenar el deterioro de las estructuras del fortín, “evitando su progresiva ruina, ya que de poderse restaurar íntegramente este lugar sería visita obligada, pudiéndose disfrutar este magnífico patrimonio bélico enmarcado en una espectacular visión a 360⁰ del parque natural de Babia y Luna, con las imponentes Ubiñas como telón de fondo”.
Desde HISMECON-ULE agradecen el apoyo económico y logístico prestado por el Ayuntamiento de San Emiliano, que como en 2020 financia íntegramente esta excavación arqueológica, al tiempo que anuncian que en otoño ofrecerán charlas en el municipio para dar a conocer los resultados de las campañas y visitas guiadas a la excavación para todos los ciudadanos interesados.