El Partido Popular de San Andrés del Rabanedo pedirá explicaciones al equipo de gobierno socialista sobre el escrito presentado el pasado mes de septiembre en el que solicitaba que, a la mayor brevedad posible, se iniciara la elaboración de un informe técnico que valore la situación en la que se encuentra el entorno de todas las bodegas del municipio, así como estas instalaciones, algunas de ellas sepultadas por la maleza y con claros signos de descuido, lo que convierte a esta zona en poco adecuada para pasear o andar en bicicleta. 

 

Los populares quieren que se realce este patrimonio etnográfico como uno de los atractivos del municipio, tal y como ocurre en otros lugares. Más aún cuando el Plan General de ordenación Urbana de San Andrés del Rabanedo, diseñado en el 2010, reconoce como «elementos singulares» las bodegas de propiedad privada existentes en San Andrés, Trobajo, Villabalter y Ferral. El PGOU destaca que la importancia de estas áreas de bodegas no es tanto arquitectónica, como paisajística, «pues configuran una imagen característica que debe ser preservada»; así pues la protección se encamina a proteger la imagen general de los conjuntos más que los elementos edificados en sí. 

 

Un escrito presentado a raiz del compromiso adquirido por el concejal de Atención al Ciudadano, Obras y Participación, Máximo Muñiz Villafañe, que contestó que se tomaría esta medida a preguntas que los ediles populares vienen reiterando desde hace meses ante la peligrosidad que entrañan algunos de estos espacios.  “Hace más de un año que hemos advertido de la peligrosidad que existe en algunas zonas de las bodegas por su abandono y dejadez”, explica la portavoz Noelia Alvarez sin que, hasta ahora, se haya adoptado ninguna medida al respecto. 

 

Se trata de estructuras abovedadas semienterradas en zonas de alta pendiente, habitualmente con accesos en arco de medio punto. Los materiales empleados suelen ser fábricas de ladrillo o de canto rodado y cubiertas al exterior a dos aguas que quedan enterradas. Al interior se encuentran espacios cubiertos con bóvedas de cañón, completadas en muchos casos con pequeñas edificaciones en la boca de entrada a la zona subterránea, destinadas generalmente al uso de merendero. 

 

Los concejales del PP, que han recorrido las zonas en las que están situadas estas construcciones tradicionales, asentadas en suelo de las juntas vecinales, aseguran que nada se ha hecho desde que hace un año denunciaran la  peligrosidad de algunas de ellas, cuyas entradas esconde la maleza. “El Ayuntamiento debe de velar por la seguridad de los ciudadanos y por eso es muy importante que haya un estudio técnico de cómo están las bodegas y su entorno”, al tiempo que invita a los ediles socialistas a recorrer los parajes en los que están situadas y comprobar in situ las deficiencias existentes. “Es una pena encontrar la historia del vino sepultada por la maleza y la suciedad”, señala Alvarez. 

 

“Mientras en otros lugares la arquitectura tradicional con bodegas enterradas se ha convertido en todo un atractivo turístico de la cultura del vino, en San Andrés la dejadez y la amenaza de ruina vuelve a dejar una imagen poco atractiva de estos lugares, imagen que se salva por aquellas bodegas cuidadas por sus propietarios”, destaca la edil popular que a y Ferral del Bernesga su situación es mucho peor.