Tras una inversión financiada con el Plan Provincial de Cooperación de la Diputación de 2020, los vecinos de las calles Panaderos, San Lázaro, Negrillos y Los Hatos cuentan ya con una infraestructura demandada desde hace años que evitará nuevas inundaciones en sus viviendas
El Ayuntamiento de Valencia de Don Juan ha destinado 108.000 euros para la renovación de colectores en la zona sur de la localidad correspondientes a una de las dos actuaciones previstas con cargo al Plan Provincial de Cooperación de Diputación de 2020.
La renovación pretende dar sección, continuidad y salida hasta la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) a los colectores de las calles Negrillos, Los Hatos y San Lázaro que confluían al final de la plaza sin salida desde que se anuló su tradicional evacuación por El Vergel, conducción que se recupera tras sanear el colector hasta la propia EDAR pasando por La Muela.
La implementación de este proyecto, explican desde el consistorio coyantino, elimina el “efecto valle” que existía en la calle Panaderos y que cuando arreciaban las tormentas hacía que el colector, que entraba en carga, retrocediera salvajemente hasta anegar las casas de los vecinos. Ahora esas aguas tienen su salida con la correspondiente pendiente a través de las canalizaciones realizadas con la prolongación de la calle Valle de Laciana, que ahora conectará de manera peatonal la calle con la de San Lázaro.
La inversión realizada era una demanda de hace más de 20 años que llevaban reclamando los vecinos afectados por las inundaciones y que ahora ven como el Ayuntamiento ha puesto los medios intelectuales, materiales y económicos, además de la voluntad, para solventar un problema que era prioritario resolver para Juan Pablo Regadera y su equipo de gobierno, tal y como llevaban plasmado en su programa electoral con el que concurrieron a las elecciones de mayo de 2019.
El alcalde de la localidad, Juan Pablo Regadera, destacó que “con esta obra tan importante y necesaria como poco ‘lucida’ damos solución a un problema desde hace muchos años manifestado por los vecinos del barrio sin obtener respuesta municipal alguna, como eran las recurrentes inundaciones que se producían cada vez que llovía de manera intensa a causa, entre otros factores, de la nefasta idea adoptada en su momento de introducir al final de la zona un colector por decantación en ausencia de pendiente suficiente. La clave simplemente está en escuchar a los que saben…”
Por último Regadera Rodríguez quiso agradecer a los vecinos de las calles Panaderos, San Lázaro, Los Hatos y Negrillos “su paciencia durante tanto tiempo esperan esta actuación municipal y, en especial, por los inconvenientes que, en estos meses y desde antes del verano, les ha causado la ejecución de la obra”.