La agrupación local de Izquierda Unida pone de manifiesto el olvido del Ayuntamiento ante los barrios periféricos
Izquierda Unida León Local advierte de la dejadez del Ayuntamiento ante el mantenimiento de los espacios públicos de la ciudad, especialmente en los barrios periféricos. En estas zonas, el mantenimiento de aceras, plazas y otros espacios ha caído en el olvido, siendo rara la calle de la ciudad que no presenta un amplio conjunto de baldosas levantadas o rotas.
Desde IU señalan que “la ciudad va más allá de Ordoño, y el contraste entre barrios es alarmante. Anteriormente ya denunciamos la situación de abandono de espacios céntricos y turísticos de la ciudad, con una sensación de suciedad y descuido, y en esta ocasión extendemos esa misma realidad a los barrios de la periferia”.
Zonas como La Palomera, Fernández Ladreda o El Ejido tienen numerosas aceras con firme irregular, que impiden la correcta accesibilidad y generan numerosos percances e inconvenientes a los viandantes. Este problema se magnifica los días lluviosos, cuando los vecinos sufren de forma recurrente las consecuencias de baldosas no adheridas correctamente al suelo.
Carmen Franganillo, coordinadora local de IU, considera que “la política de urbanismo del Ayuntamiento está marcada por reparaciones puntuales que atienden, principalmente, a intereses de empresas privadas de construcción”. Afirma que “el Ayuntamiento debe establecer una política de urbanismo adecuada a la ciudad, utilizando materiales comunes que permitan una rápida reparación o sustitución y adecuados al clima de León. No es lógico, por ejemplo, que en esta ciudad exista mármol, un material que no se adapta bien a las temperaturas y condiciones climáticas de nuestra ciudad.”
Desde la Asamblea Local de IU solicitan que el Ayuntamiento establezca un Plan Urbanístico sostenible, con aceras accesibles y con obras y reparaciones dependientes del propio Ayuntamiento, a través del fortalecimiento del Servicio Municipal de Obras, y no de subcontratas que realizan reparaciones perecederas a la espera de una nueva partida para remodelar de nuevo la calle. Este modelo cíclico de negocio se aleja profundamente de un modelo sostenible y del fortalecimiento de los servicios públicos.