A tenor de los resultados de la Encuesta de Población Activa conocidos hoy, la fuerte recuperación del empleo en el pasado verano, que arrojó cifras históricas en León, -como así reflejó la EPA del 3ºT con un descenso del paro del 29%-, no ha tenido su correspondencia en el cuarto trimestre en el que la tasa de paro se ha incrementado más de un punto porcentual, subiendo del 10,63% al 11,80% actual, un punto y medio más que la media de Castilla y León.
El número de desempleados en la provincia de León se incrementó ligeramente hasta las 23.800 personas sin trabajo. Sin embargo, tanto el número de activos como de ocupados creció. La provincia cerró el ejercicio con 9.700 personas activas más que el año anterior. Respecto al número de ocupados creció en 9.100 personas hasta los 177.800 ocupados.
La tasa de actividad descendió ligeramente del 52% del tercer trimestre al 51,35% del último trimestre de 2021, saliendo de nuevo mal parados en la comparativa autonómica (54,31%) y nacional (58,65%) por el envejecimiento y la despoblación que sufre la provincia.
Estos datos nos indican que la evolución intertrimestal de la tasa de paro, de empleo y de actividad en la provincia de León no ha sido todo lo buena que sí ha sido la evolución anual, por lo que en términos generales podemos valorar como positivo el balance laboral de 2021, con el pero de que se está frenando la recuperación y enfriando las perspectivas de crecimiento.
Tenemos que ser conscientes de que aún sufrimos una pandemia y de que las empresas necesitan más certezas y estabilidad para desarrollar sus proyectos, acometer inversiones y contrataciones. El contexto político actual, con unas elecciones autonómicas adelantadas a la vista, y el contexto económico, con subidas de inflación, energía, combustibles, costes laborales y de producción, añaden más elementos de incertidumbre que nos obligan a ser prudentes y a esperar acontecimientos.