Asegura en su toma de posesión como presidente de la Junta que será siempre fiel con el Gobierno y exigente en la defensa de los intereses de la Comunidad.
Alfonso Fernández Mañueco se ha mostrado hoy, en su toma de posesión como presidente de la Junta de Castilla y León, convencido de que el futuro de la Comunidad va a ser brillante gracias a la innovación, solidaridad, gestión y trabajo y esfuerzo de todos, pese a las dificultades y retos por delante. Un futuro atractivo para los proyectos de vida profesionales y personales, ha dicho, seguro de que con el trabajo y colaboración conjunta se podrá lograr y “hacer más grande a Castilla y León”.
Tras ser investido por mayoría absoluta el pasado 11 de abril por el Pleno de las Cortes como presidente, Fernández Mañueco ha ofrecido al frente de su nuevo Gobierno moderación, diálogo, tolerancia, integración y espíritu abierto y constructivo que permita el enriquecimiento con la diversidad de opiniones y el debate público
Consciente de la responsabilidad que asume como jefe del Ejecutivo autonómico, ha subrayado su firme voluntad de ser el presiente de todos, sin distinción de opiniones o ideologías, y ejercer la responsabilidad desde el respeto y leal acatamiento de la Corona, así como de la Constitución Española, garantía suprema de los derechos y libertades, y compromiso con el Estatuto de Autonomía de Castilla y León.
Fernández Mañueco, quien ha mostrado su agradecimiento a todos los que han hecho posible este momento así como a todos los presidentes que han ocupado este cargo con anterioridad, ha recalcado que el de Castilla y León será siempre un Gobierno leal con el de España en todo lo que beneficie a la Nación y para garantizar su integridad, a la vez que será también exigente en la defensa de los intereses de la tierra.
En beneficio de todos los castellanos y leoneses
El presidente de la Junta ha apuntado entre sus objetivos para este nuevo mandato estrechar lazos con otras comunidades autónomas y ha mostrado su mano tendida a trabajar por Castilla y León con las instituciones propias de la Comunidad, autoridades políticas, militares y universitarias, así como los diferentes sectores y agentes sociales y económicos, cuyos representantes han estado presentes en el acto celebrado en las Cortes. “Espero seguir teniendo intensas y frutíferas relaciones en beneficio de todos los castellanos y leoneses”, ha subrayado.
El jefe del Ejecutivo ha incidido en que gobernar “no es sólo” distribuir recursos públicos, aplicando mecánicamente leyes, baremos o reglamentos, sino que obliga a estar muy cerca de las personas, sus inquietudes y preocupaciones. “Gobernar es utilizar la política como palanca de cambio social”, para abrir caminos, señalar objetivos y mover voluntades. Es el “arte de mantener activa nuestra vida en sociedad e impulsar todo lo necesario para no detener su progreso”, ha defendido Fernández Mañueco, quien ha aseverado que la política “debe ser el motor para mover a los pueblos y animar sus ilusiones”, pero hacerlo siempre con racionalidad, realismo, mesura y prudencia.
Tierra de oportunidades
Y es que, ha apuntado, como en casi todo, en la política no hay redentores ni soluciones milagrosas, sino que su éxito sólo se consigue con trabajo diario, dedicación constante y resistencia ante las dificultades. Unos principios que se ha comprometido a aplicar en la apasionante tarea de gobernar Castilla y León, una tierra de oportunidades, con voluntad de futuro, capacidad de innovar y avanzar y muchos recursos, que se ha comprometido emplear para construir la Comunidad que ambiciona y que merecen todas las personas que viven aquí.
Una Castilla y León activa, lejos de los tópicos de pasividad y conservadurismo, en continuo progreso y con oportunidades, ambiciosa, firme, orgullosa de su impresionante historia, brillante presente e ilusionante futuro; a la vez que sin vanidad, pero sin complejos y responsable, con valores y orientada a las personas.
Una tarea en la que ha comprometido poner todo su trabajo, conocimientos y voluntad. Una ingente tarea, ha reconocido Fernández Mañueco, en la que se necesita la colaboración de todos, desde el Gobierno a los grupos políticos y los agentes sociales y económicos, pues Castilla y León “no es ni puede ser nunca el proyecto de un solo partido o un solo gobierno”, sino que debe serlo de toda la sociedad, a la que ha llamado e implicarse, convencido de que con el trabajo y colaboración de todos “podemos hacer más grande a Castilla y León”.