León ha registrado en el mes de abril un importante descenso del número de parados inscritos en las oficinas del Servicio Público de Empleo. 740 personas han encontrado un empleo en la provincia de León en el último mes, lo que significa un descenso del 2.82% respecto al mes anterior y supone el mayor descenso en términos absolutos de toda la comunidad. Estos datos dejan a León con un total de 25.512 parados, 7.510 menos respecto a abril del pasado año 2021.
Como es habitual en la provincia, es el sector servicios en el que se ha registrado un mayor descenso del número de parados (-572), seguido por la construcción (-61), agricultura (-58) e industria (-31).
Los datos conocidos esta mañana reflejan además un incremento de la contratación indefinida, que representa ya más del 33% del total de contratos en la provincia de León.
En cuanto a afiliación a la Seguridad Social, en el último mes León sumó 937 afiliados, 4.630 más que en el mismo periodo del año anterior, lo que hace que la cifra de afiliados totales en la provincia ascienda a 161.384.
La Federación Leonesa de Empresarios (FELE) valora estos datos de forma positiva y destaca el esfuerzo de las empresas leonesas por mantener la actividad en un contexto económico y social complicado. La federación reitera, sin embargo, que debe imperar la cautela puesto que los datos reflejan un periodo en el que mejoran las cifras de empleo y actividad dado que coincide con la Semana Santa. Sin embargo, hay que destacar que lasexpectativas de crecimiento se han corregido a la baja y, por tanto, el escenario, más allá de este periodo, aún no es todo lo favorable que debería.
La situación del tejido empresarial no alcanza niveles previos a la pandemia, especialmente en la provincia de León. Por ello, FELE hace de nuevo un llamamiento para poner en valor las diferentes propuestas realizadas a las distintas administraciones y que den solución a los problemas que sufre el tejido empresarial leonés: reducción de las trabas burocráticas y administrativas inversión en infraestructuras terrestres y digitales, o una fiscalidad diferenciada que permitan facilitar la atracción de inversiones, favorecer el crecimiento económico, incentivar el consumo y, por tanto, generar empleo.