Según izquierda Unida, “El PP está solicitando una rotonda en el cruce de la Avd. de Palencia con los paseos de Salamanca y Sáenz de Miera, lo que es un grave error y un desconocimiento total del tráfico.”

Desde la Asamblea local de IU explican los inconvenientes de esta propuesta, que son: “Primero, la rotonda no puede tener un tamaño superior al de los ocho metros de diámetro si se quiere mantener el tamaño de las aceras y dos carriles por sentido del tráfico, lo que para un tráfico grande no es operativo. Segundo, si con ello se quiere eliminar los semáforos, con el movimiento amplio de personas que se produce en la zona, se ocasionarían atascos importantes y si no se quitan del todo los semáforos, la rotonda dejaría de tener sentido. Tercero: al no estar enfrentados los paseos de Salamanca y Sáenz de Miera la rotonda tendía forma alargada y oblicua para ser eficaz. Y cuarto punto: al crearse una rotonda los vehículos procedentes del Paseo de Sáenz de Miera que ahora no pueden girar hacia la estación y la Avd. del Doctor Fleming, no estarían limitados para hacerlo y esto complicaría aún más el cruce.

“Los leoneses estamos viendo que rotondas grandes como las de la LE-20 en la Granja y en la zona de Carrefour no solucionan el problema y se provocan atascos en el tráfico, traslademos esto a puntos en que las rotondas son pequeñas y agravamos el problema, sobre todo en puntos de mucho tráfico.”

Para IU, haciendo un poco de historia, “El problema del Puente de los Leones y los servicios que se han instalado en sus cercanías es que esta ciudad tiene pocos puentes y nunca ha habido voluntad política de hacerlos. En lugar de puentes se hicieron pasarelas absurdas que no solucionan los problemas de los vehículos y aunque estemos a favor de transportes no contaminantes las pasarelas no sirven para aligerar y racionalizar el tráfico. La razón por la que nunca se llevó a cabo una conexión eficaz fue por la negativa por parte de las clases dominantes de la ciudad de comunicar una ribera del río con la otra. La zona de la estación y el Crucero se dejó para los obreros que se ensuciaban las manos con su trabajo y que en el imaginario de las clases adineradas daban mala imagen a una ciudad con vocación burguesa. La clase dominante de la ciudad solo quiso obreros de traje, camisa y corbata. Lo mismo pasó con las Ventas y Puente Castro.

La ciudad de León tiene una deuda histórica con los barrios del extrarradio que ya es hora cumplir.