El triatleta leonés Kevin Tarek Viñuela se colgaba el jueves la medalla de plata de subcampeón del mundo de acuatlón después de una frenética prueba disputada en la localidad eslovaca de Samorín. Se trata de la segunda medalla de plata de Viñuela en unos mundiales de esta especialidad, después de que ya lograra alcanzar este éxito en 2019 y tras haberse adjudicado este verano el título de Campeón de España tanto de acuatlón como de triatlón cross. Sin duda, resultados que permiten acreditar que Viñuela ha dejado atrás su lesión y que, si cabe, ha vuelto con más fuerza y ambición.
Y es que en esta ocasión, el leonés tan solo ha sido superado por el húngaro Márk Dévay, un triatleta que compite en las series mundiales y cuyo potencial en el agua es incuestionable, después de que en las Series Mundiales de Hamburgo tan solo fuera superado en el parcial acuático por los franceses Vincent Luis y Valentin Morlec.
Precisamente en el agua estaría la clave del mundial de Samorín, en un segmento de un kilómetro a nado en el Danubio donde Dévay ha obtenido una renta de seis segundos sobre el también húngaro Márton Kropkó y de ocho segundos sobre el leonés, tras marcar un tiempo de 11:26.
Cierto es que, en la transición, lejos de recuperar tiempo, Viñuela se dejó unos valiosos segundos que le iba a alejar definitivamente del oro, puesto que la carrera a pie se convertiría en 5 kilómetros endiablados. No obstante, la fortaleza del leonés a pie le ha permitido recortar unos segundos pero, sobre todo, batir a Kropkó en la pugna por la plata.
Ya en meta, Dévay se ha impuesto con una marca de 28:54. A tan solo quince segundos ha llegado el leonés, mientras que la tercera posición de Kropkó ha quedado a tan solo cuatro segundos del español.