El centro médico-quirúrgico leonés dispone de un protocolo de prevención y tratamiento de estas lesiones (3,5 casos por cada 1.000 pacientes en 2021) que ha conseguido minimizar su aparición e incrementar la eficacia de los tratamientos • “Una de las principales lecciones aprendidas es que el trabajo del equipo multidisciplinar es clave, involucrando a las familias en esta atención para hacerlas partícipes de todo el proceso”, asegura la directora de Enfermería, Belén Fernández.
La incidencia de las úlceras por presión (UPP) nosocomiales en el Hospital San Juan de Dios de León, es decir, las producidas durante el ingreso hospitalario, se ha situado en 2021 en 3,5 casos por cada 1.000 pacientes. Un número de episodios que registra una evolución a la baja desde 2015, año en el que se registraron 9,9, lo que refleja una caída del 65%. Del mismo modo, la estancia media de los hospitalizados con UPP como diagnóstico principal se ha reducido en casi medio mes hasta situarse en los 28,9 días. Cifras que han conllevado un aumento de la satisfacción de los pacientes en relación a la atención prestada y, concretamente, a los cuidados de Enfermería.
Consciente de que la implicación de todos los profesionales que están en contacto con los pacientes de riesgo más elevado y, por tanto, más frágiles, es fundamental, el centro médico-quirúrgico puso en marcha en 2014 una Comisión de UPP y Heridas Crónicas para minimizar su aparición e incrementar la eficacia de los tratamientos. “Una de las principales lecciones aprendidas es que el trabajo del equipo multidisciplinar es clave, tanto en la prevención como en el cuidado, involucrando a las familias en esta atención para hacerlas partícipes de todo el proceso”, asegura la directora de Enfermería, Belén Fernández, sin olvidar la importancia de medir y contar con datos adecuados para poder mejorar en cualquier aspecto.
Estas lesiones de origen isquémico localizadas en la piel y tejidos, y producidas por una presión o fricción prolongadas, provocan al paciente sufrimiento y dolor, dificultan su curación, deterioran su calidad de vida y la de su cuidador y alargan la estancia hospitalaria. Por ello, el Hospital San Juan de Dios de León dispone de un protocolo de prevención y tratamiento de las úlceras por presión que incluye la valoración de este riesgo mediante la escala de Braden, que se registra en una gran parte de los pacientes que ingresan en el centro ya que, previsiblemente, tendrán que pasar muchas horas encamados. Asimismo, se realiza un registro fotográfico de las UPP integrado en el sistema de información hospitalaria. Todo ello con el fin de desarrollar planes de cuidados individualizados según el riesgo y en coordinación con otros profesionales.
“El personal de enfermería trabaja con servicios como el de Farmacia y Cirugía Vascular, e incluso, está en contacto con el Servicio de Heridas Crónicas del CAULE desde donde nos derivan pacientes para seguir con su tratamiento de curas”, precisa la responsable de la Comisión de UPP de San Juan de Dios, Mercedes Sahagún, convencida de que “la motivación de todos sus integrantes ha propiciado estos resultados tan positivos”. “Redundan en el paciente y su familia, pero también en una eficiencia que es necesaria en cualquier estrategia de empresa donde en primer lugar se coloca a las personas. Y esto nos anima a seguir buscando líneas de mejora que sean facilitadoras para nuestro trabajo diario”, apostilla.
“Desde el año 2017 contamos con una guía de buenas prácticas de curas, y en 2018 incorporamos la terapia de cierre asistido por vacío (VAC) en el tratamiento de las úlceras por presión para facilitar su cicatrización”, precisa a este respecto Fernández, que también señala la implantación del reloj de cambios posturales -cuyo uso es “extremadamente sencillo e intuitivo”- y la formación de todo el personal de las plantas de hospitalización. Asimismo, durante 2020, en pro de la humanización de los cuidados y del confort, se publica un protocolo para la diferenciación y tratamiento específico úlceras Kennedy, un tipo especial de lesión cutánea que aparece en los días previos al fallecimiento.
Una Escuela de Cuidados
El Hospital San Juan de Dios de León atiende a un volumen anual de más de 4.000 pacientes, con una media de edad que supera, en el área de hospitalización, los 70 años. Muchos de ellos han sufrido una enfermedad o accidente que les ha causado daños irreversibles, de tal modo que cuando son clínicamente estabilizados reciben el alta médica pero no pueden regresar a su hogar en las condiciones deseables de autonomía y suficiencia. En este sentido, además de entregar a los familiares un tríptico informativo sobre las úlceras por presión, se les invita a participar en los talleres de la Escuela de Cuidados del centro, que persiguen dotarles de conocimientos suficientes acerca de los cuidados que van a prestar al paciente en el domicilio, relacionados con las actividades básicas de la vida diaria para “disminuir los miedos y la inseguridad a la hora de manejar distintas situaciones”.
Los resultados de la Escuela de Cuidados se pueden considerar muy positivos, tanto desde un punto de vista cuantitativo -por el número de personas a los que llega y por las más de 700.000 visualizaciones de sus tutoriales en el canal de YouTube del Hospital- como desde el punto de vista cualitativo con su medición en las encuestas de satisfacción. Ahora, en un paso más allá, se ha comenzado a pasar un pequeño cuestionario al término de cada taller para conocer al detalle las necesidades de formación de sus participantes.