El acto se ha celebrado en La Facultad de Educación, con la presencia del Consejero Jesús Julio Carnero, en el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza.
Coincidiendo con la celebración hoy 17 de octubre del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, el Salón de Actos de la Facultad de Educación de la Universidad de León (ULE) ha acogido la entrega de los premios a trabajos académicos sobre Cooperación Internacional para el Desarrollo, en un acto que ha sido presidido por el Rector Juan Francisco García Marín, y que ha contado con la presencia, entre otras autoridades, del Consejero de la Presidencia de la Junta de Castilla y León, Jesús Julio Carnero García, la Delegada de la Junta en León, Ester Muñoz, el vicerrector de Internacionalización, Roberto Baelo Álvarez, la coordinadora de ONGD en León, Tamara Cabezas, y los tutores de los alumnos que han sido galardonados.
Han sido seis los trabajos premiados, cuyos temas y autores se relacionan a continuación:
– ‘Diseño y validación de contenidos curriculares de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para el curriculum de educación Primaria a nivel nacional’, de María Sáenz Rivero (Universidad de Valladolid – UVA)
– Capacidad de juego en niños refugiados de 2 a 5 años’, de Aida Zuñeda Tomé, (Universidad de Burgos – UBU).
– ‘El rol de las redes sociales en la captación de fondos de las entidades no lucrativas’, de Teresa Elvira Lorilla (UBU)
– ‘Desigualdad indígena en términos políticos en Guatemala. El papel del y de la Cooperación’, de Víctor Moreno Aguilar (universidad de Salamanca – USAL)
– ‘Proyecto de liderazgo y autoestima para los niños, niñas y adolescentes trabajadores de Machay Masaj en Potosí, Bolivia’, de Sonia Marín Díaz, (UBU)
– ‘La politización de la ayuda humanitaria: el caso de la minoría rohingya en Myabnar’ de Alejandra Brand Delgado (Colombia).
LECTURA DE UNA DECLARACIÓN CONJUNTA
Tras las palabras de bienvenida del Rector de la ULE, que ha recordado la importancia que siempre ha dado a la cooperación internacional, en la que se ha implicado y ha participado en numerosas ocasiones, ha sido el Consejero de la Presidencia quien ha intervenido para recordar que los premios se entregan en un día importante, el de la erradicación de la pobreza, que fue instituido por la ONU en 1992 y que “pone de manifiesto los problemas que genera esta realidad, que tiene consecuencias económicas y sociales pero que ante todo supone la falta de dignidad por parte de las personas que lo sufren”.
Carnero ha insistido en que la importancia de la educación y sensibilización en cooperación para el desarrollo, ya que son problemas que “no están muy lejos de aquí”, y se ha referido a la situación que atraviesa la población de Ucrania como consecuencia de la invasión que sufre el país.
El consejero ha anunciado también la intención del gobierno que preside Mañueco de incrementar las partidas presupuestarias, “siempre desde el realismo la coherencia y la responsabilidad de la situación presupuestaria actual en la comunidad autónoma “. En este sentido ha dicho que “cuanto más trabajemos de manera coordinada todos, más conseguiremos luchar contra la pobreza y la desigualdad, y por ello vamos a aprobar el cuarto Plan de Cooperación para el Desarrollo, y una parte específica tiene que ver precisamente con un programa en colaboración con las universidades de Castilla y León, en aras de la consecución de esa educación y sensibilización en cooperación para el desarrollo”.
El acto se ha completado con la lectura de una declaración institucional conjunta entre la consejería y la coordinadora de ONGD, y la intervención de los alumnos premiados, que han expuesto brevemente el contenido de sus trabajos. En el caso de Alejandra Brand Delgado, que cursó un máster en una universidad de la comunidad y que ahora está ya de regreso en su país, su intervención se ha realizada por videoconferencia, y su premio ha sido recogido por su tutor, el profesor de la ULE Salvador Tarodo Soria.
Ha sido particularmente curiosa la anécdota relatada por una de las premiadas, que ha explicado la sorpresa que le produjo escuchar la respuesta de los niños a los que preguntó, para la elaboración de su estudio, qué sentían cuando un amigo o familiar se marchaba e iniciaba viaje con destino a un país europeo. En lugar de tristeza o pena, todos expresaban sentimientos de alegría, y la explicación estaba en que en la situación de precariedad y pobreza en la que habitan, emigrar supone acceder a una vida mejor.