La muestra ha sido elaborada por el escritor José Cabañas que impartirá un charla al alumnado el 2 de noviembre sobre su libro “Cuando se rompió el mundo. El asalto a la República en la provincia de León”.
La exposición ‘Los dibujos de Felipe García Prieto, ‘topo’ en Astorga durante la Guerra Civil, contra el fascio y la guerra’, una muestra del escritor José Cabañas, se podrá visitar hasta el 5 de noviembre en el vestíbulo del IES Valles del Luna de Santa María del Páramo. Se basa en el trabajo de investigación realizado por este autor y publicado en su libro ‘Cuando se rompió el mundo. El asalto a la República en la provincia de León’. El autor impartirá una charla al alumnado el próximo 2 de noviembre.
Se trata de una actividad organizada por el Departamento de Geografía e Historia del IES Valles del Luna con la colaboración de la concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Santa María del Páramo.
La muestra, que está abierta al público general en horario de 10 a 14 horas, exhibe las obras que Felipe García Prieto realizó durante el tiempo que permaneció escondido en la Guerra Civil. Este joven astorgano era perseguido por la justicia del bando sublevado y ofrece en sus dibujos su particular percepción del fascismo y de la guerra que él mismo sufría.
Según explica Cabañas en su propio libro, en Astorga, como en tantas otras poblaciones, una vez que los insurrectos se impusieron en la tarde del 20 de julio de 1936, fueron muchos los que optaron por salvarse cada cual como pudiera, escapando de variadas maneras hacia diversos lugares que suponían seguros. Así lo hizo entre otros Felipe García Prieto (‘el Bolón’, de 25 años, soltero, albañil, de la Juventud Socialista, de la que desertó para convertirse en el único elemento de la FAI de esta ciudad), quien al salir los sublevados a la calle (dirá en sus declaraciones) tiró en unas huertas cercanas a la Estación del Oeste la escopeta con la que había patrullado aquel día y los anteriores, y campo a través huyó hacia Veguellina de Órbigo (uniéndose allí a sus correligionarios), de donde en camión, con otros, partiría el 21 de julio para La Magdalena y Villablino, y de aquí a primeros de agosto, al acercarse las tropas insurrectas, se encamina –siempre campo a través- a Truchas, en La Cabrera, en unión de varios individuos.
Cabañas relata también en su libro que Felipe García Prieto regresa a Astorga y se esconde en su casa familiar hasta febrero de 1937. Por la parte de Ponferrada y con algunos más vuelve a La Cabrera entonces, permaneciendo en el monte (familiares de ‘fugados’ habitantes de los pueblos de la zona les ayudaban a subsistir) hasta noviembre del mismo año, en que, retornado, se oculta un tiempo en la deshabitada ‘Casa de Peñicas’ y en los montes inmediatos, y desde octubre de 1938 en su hogar, con su madre, Marta Prieto, y su hermana Victorina, protegido por los vecinos de la casa colindante, María Alonso González y su esposo (a la que pasaba Felipe saltando la tapia que las separaba cuando, en su busca, registraba la suya la Guardia Civil), y dedicado a fabricar alpargatas y aviones de aluminio, además de a realizar casi una treintena de dibujos y algunos escritos (que firma como ‘Proscrito’) de un exaltado tono revolucionario, ácrata y reivindicativo que le hallarán cuando el 30 de enero de 1939 agentes policiales astorganos lo capturen y con María Alonso (de 29 años, «marxista por influencia de su marido», detenida por ser su encubridora) lo presenten en la astorgana Inspección de Investigación y Vigilancia.
Los dibujos exhibidos en esta muestra tienen en la actualidad gran relevancia para preservar la memoria democrática y recordar cómo fue la represión franquista y el estigma familiar que sufrieron muchos de quienes fueron buscados y castigados, como fue el caso de Felipe García Prieto.