El cambio climático estaba enrareciendo los corazones de las personas. Los océanos estaban podridos de plástico, el aire cada vez era más irrespirable. Hacía mucho que Naturaleza observaba como la huella humana, estaba destruyendo el planeta. Tierra estaba avocada a desaparecer. Algo había que hacer. Entonces Naturaleza desterró a la humanidad a vivir en galerías subterráneas. Ahora, en el 3022, para que no se les olvidara que habían estado a punto de extinguirse, en las escuelas, cada día, se proyectaban historias que habían ocurrido en los milenios anteriores para que la lección quedase prendida en la humanidad. Hoy tocaba una lección escalofriante que en los milenios anteriores se había cebado en el exterminio de la mitad de la población humana. La mitad femenina era masacrada en muchos países por causas religiosas, por el machismo, el patriarcado que siglo tras siglo envenenaba y podría la vida de muchas mujeres y de sus hijos. Pero hoy, les comentó su profesor, nos vamos a fijar en Ciudad Juárez, una ciudad americana fronteriza, donde los feminicidios se suceden sin que los cuerpos de las mujeres, sobre todo jóvenes, aparezcan ni sean castigados sus asesinos.
El profesor les puso en alerta: Las imágenes que veréis, son muy duras, ya que después de que muchas madres y familiares, se hayan puesto por la labor de cavar en donde creen que pueden estar los cuerpos de sus seres queridos, hayan encontrado algunos cuerpos masacrados y vilmente violados. Para acabar el film, observaréis como en el 2022, en la biblioteca de un pueblo llamado Veguellina de Órbigo, se lleva a cabo un precioso acto cultural que se llamó “Escritores por Ciudad Juárez”. En ese acto varios poetas leen sus versos como plegarias para que se acabe la violencia y la muerte de tantas jóvenes. Los poetas asistentes son: Delfín Nava, Paz Martínez, Mercedes G. Rojo, Rosa Balbuena, Cony Salomón, Esther Gutiérrez, Ángel Santiago Martínez Freire, Ana Ibis, Ángeles Rodríguez, Martín Castaño, y yo. En cada lectura, la emoción, la empatía y el compartir con el público fueron puro sentimiento, empastamos unos con otros totalmente, hasta acabar con una sencilla danza, que dirigió Martín Castaño, en la que todos unimos energías. Este acto por Ciudad Juárez y tantas ciudades y rincones donde la vulnerabilidad está impune, tuvo tanto sentido, que sin dudar, quedó grabada una ola de mágico bienestar en nuestras células, y me atrevería a aseverar que también ha quedado pintando calma y sentido común en las paredes de la biblioteca.
Neuronada: Desde el 2012, gracias a la bibliotecaria de Veguellina de Órbigo, Helena García Fraile, se viene realizando cada año “Escritores por Ciudad Juárez”. Este año, como todos, ha sido un éxito de participantes y de público. El pasado viernes, una maravillosa marabunta de versos, elevaron sus vuelos para rebanar con palabras el sufrimiento que asola a tantas familias en Ciudad Juárez, y vamos a incluir a tantas otras ciudades y pueblos de todo el mundo. Por todas las personas que sufren y por las que ya no podrán sufrir más, un grito de esperanza quedó marcado en las paredes de la biblioteca, y estoy segura de que el grito llegó a la mismísima Ciudad Juárez para que la buena sangre de los poemas, acabe con el demonio que se esconde entre la maleza de muchos cerebros.
Manuela Bodas Puente – Veguellina de Órbigo.