“Pedimos al equipo de Gobierno que esté atento para que se cumplan todas las normativas durante la construcción del nuevo cementerio, y que mientras duren las excavaciones haya un arqueólogo en las obras para vigilar y recuperar los posibles restos arqueológicos, que en caso contrario podrían desaparecer entre los escombros para siempre”, explica la Concejala de Izquierda Unida, Laura Fernández.
La agrupación local de IU defendió su postura sobre la modificación puntual del PGOU durante el pasado pleno ordinario que afecta a los terrenos en los que se ubicará el nuevo cementerio de Trobajo y cuya construcción es obligación de la concesionaria Mémora. “Recordamos que según el contrato de adjudicación de fecha 27 de marzo de 2003, Mémora se comprometía a construir un cementerio municipal en San Andrés del Rabanedo. Han tenido que pasar 20 años para traer a pleno la modificación del Plan General de Ordenación Urbana, y aún no sabemos cuánto más tendremos que esperar para verlo finalizado”, critica la Concejala de IU, Laura Fernández. “Además, el nuevo cementerio tendrá una superficie de 24.000 m², de los cuales 7.647,7 m² están catalogados como suelo rústico de protección cultural y donde se sitúa el yacimiento ‘corral de vacas’, que es un yacimiento del Paleolítico, Neolítico, Calcolítico, Edad de Bronce y Edad del Hierro. Se hizo una campaña arqueológica en 2004 donde se verificó que la extensión del yacimiento es de 35 hectáreas. Me pregunto cuántas personas saben de la existencia de este yacimiento y de otros 6 más en nuestro municipio. Es evidente que el Ayuntamiento no se ocupa de los bienes culturales que tenemos y no es capaz de ponerlos en valor”.
Recuerda la formación política que hace ahora 20 años, en marzo de 2003, se adjudicó a Mémora mediante un contrato nulo de pleno derecho la gestión de los servicios funerarios. Según la justicia, ese contrato es nulo de pleno derecho porque se incluyó un canon de gestión pese a que no figuraba en los pliegos que rigieron la licitación y que suponía un 10% de la facturación (12% a partir del sexto año de contrato) y que se sumaba al dividendo anual que Mémora percibe como socio de la Mancomunidad. “El importe del canon de gestión fue de casi 8’5 millones de euros en el periodo comprendido entre los años 2004 y 2015, según los informes técnicos aportados en el primer proceso de nulidad, que caducó por no ajustarse a los plazos legales de tramitación y comunicación. A esa cantidad hay que añadir una media superior a los 600.000€ anuales desde el año 2015”, recuerda Laura Fernández.
“Sabemos que la construcción de un cementerio municipal es necesaria y urgente, pero consideramos que de momento no tenemos mucho de lo que alegrarnos. ¿Son suficientes 24.000 m² para una población de más de 30.000 habitantes? Recordemos que el cementerio de la junta vecinal de San Andrés del Rabanedo ya ha colapsado y que el de la junta vecinal de Trobajo está a punto. Tampoco podemos olvidar que Mémora está gozando de un contrato nulo de pleno derecho, ya que su oferta, que incluía ese canon, fue aprobada por la mesa de contratación de la Mancomunidad pero no se contemplaba en los pliegos, y que además ya ha ganado más de 13 millones de euros que no les correspondería pero que difícilmente se les va a poder reclamar. Sumado a que el único terreno que las partes consideran viable para la construcción incluye parte de un yacimiento arqueológico, desde Izquierda Unida creemos que debemos estar alerta sobre los siguientes pasos de este proyecto del que no tenemos claro que llegue a finalizarse a corto plazo”, finaliza la Concejala de IU.