Como hada buena, como maga primera, / has visto nacer el sol subida en el trapecio de la alegría, / Has dado la vuelta de campana y no has caído a la nada. / Me dejarás que sea, en este poema, / tu compañera de letras, de nombre y de viaje. / Me dejarás que, con este poema, / comparta tu bola de cristal y / aligere el equipaje que me sobra. / con la varita mágica de tu experiencia. / Manos llenas de estrellas, / Anudando las pupilas de la ilusión. / Niña, joven, madre, abuela. / Unes en tus venas: barro, verso y, tantos planetas…/ Escribe Manuela, escribe, que quiero / Leer en las palomas de tus poemas: la vida. / Absuélveme de culpas con tus juegos y tus cuentos. / Río Órbigo baña la plata de tu madurez / En esta ribera deshiciste la maleta del ayer, / Jugaste con la cigüeña a chopo que te quiero chopo, / Anudaste un descanso en este remanso verde y llano, / Sin olvidarte de Asturias que te dio tantos años de camino. / Camino, circo, estrella del norte, / corre Manuela corre, / ayuda a la ilusión que se cayó de la torre. / Manuela saca tu varita mágica de la risa / y… ¡Ale-hop! La ilusión abre el pico al oxígeno del cariño. / De Manuela a Manuela y tiro porque me toca: / Que nos dure mucho tiempo la magia de tu persona. / Que sigas cosiendo versos a la piel de la tristeza. / Y que nos llene con tu luz, este cálido encuentro. (Las letras en negrita, van configurando el nombre de Manuela Rejas en el principio de los versos)
La magia de la vida, va dejando tesoros a lo largo de los años. Estamos en 3.023. Los alumnos de un colegio, han estado de visita en varios lugares para constatar, que el planeta, se ha ido restableciendo desde 2.023, del brutal Cambio Climático que trajo a Tierra y a la humanidad, tantos desastres y sufrimientos. Naturaleza estuvo fina enviando a los humanos a residir en el subsuelo durante un milenio. En la visita, los jóvenes, llegan a un pueblo, Veguellina de Órbigo, en donde residió durante muchos años la primera mujer con carné de Maga de España: Manuela Rejas; la profesora les va explicando cómo fue la vida de esta extraordinaria mujer.
Neuronada: La magia está en donde menos te lo esperas, pero ¿quién es él o la guapa que tiene abiertos sus poros para sentirla? En Veguellina de Órbigo, tuvimos la suerte de tener a Manuela Rejas, que nos la trasmitía, era un hilo conductor de palabras con magia, esas palabras que te hacen bien cuando el día se pone picudo. Manuela Rejas tenía mucha psicología y sobre todo sabía aplicar con inteligencia y corazón, lo que la vida le había enseñado, esa era la gran magia de Manuela Rejas. El pasado marzo, con motivo del día de la mujer, Mercedes González Rojo, otra gran maga de las palabras y de los grandes descubrimientos de mujeres olvidadas, nos abrió un nuevo libro-homenaje, ya es el sexto, dedicado cada año al descubrimiento de una mujer extraordinaria. Este año, Mercedes G. Rojo nos ha traído en su chistera de poeta, escritora, artista y enorme trabajadora y divulgadora, un libro que es una joya por el esmero en la cuidada publicación de Lobo Sapiens, por todas las colaboraciones de amistades entrañables de Manuela Rejas, por los exquisitos manjares literarios y artísticos, que han sido organizados, planificados y exquisitamente confeccionados por la maestría de Mercedes G. Rojo. Es un libro para tomártelo a sorbos o a grandes bocados, pero que no te dejará indiferente. También merece mención, el patrocinio del Ayuntamiento de Villarejo de Órbigo, que ha apoyado la labor de Mercedes para obtener tan buenos resultados en este libro titulado “Manuela Rejas, la magia de la supervivencia”, que tuvo una exquisita presentación aquí en Veguellina de Órbigo, el pasado sábado 10 de junio
Una palabra mágica ¡GRACIAS! a Mercedes González Rojo por su rigor en el trabajo y su hermosa manera de contribuir a dar visibilidad a los y las olvidadas.
Manuela Bodas Puente – Veguellina de Órbigo.