Desde la asociación de autónomos libre, apartidista e independiente, A.U.P.A., queremos dejar clara nuestra posición con respecto a una nueva subida del Salario Mínimo Interprofesional y explicar las razones de la misma. 

 

El colectivo de autónomos está constituido básicamente por auto empleados, pequeños empresarios individuales y micro Pymes, constituyendo en su conjunto la base del tejido productivo español, un modelo de economía sostenible que ha funcionado durante muchos años y que ahora se ve amenazado por los grandes grupos de inversión que lo están haciendo desaparecer.

 

Por supuesto que estamos a favor de que los trabajadores cobren cada vez más, ¿cómo no íbamos a estarlo?, si somos el colectivo que más trabaja en este país, que no tiene vacaciones garantizadas, que acude a trabajar enfermo, que genera la mayoría de los puestos de trabajo, muchas veces en el propio entorno familiar. Esto nos hace entender de las necesidades familiares de los trabajadores ya que los autónomos nos encontramos con esos mismos problemas y sin contar con un SMI que nos garantice el mantenimiento de nuestras familias.

 

Ahora bien, en lo que no estamos de acuerdo es en la subida artificial y unilateral, sin consensuar y por decreto que ha anunciado la vicepresidente del Gobierno, Yolanda Díaz, la cual, dicho sea de paso, nos da la impresión de que no sabe lo difícil que es levantar la persiana de un negocio, día tras día, o pagar nóminas e impuestos, mes tras mes.

 

Con el incremento anunciado del 5% en el Salario Mínimo Interprofesional resulta que El SMI en España se ha incrementado un 54% desde el año 2018, el problema para las pequeñas empresas es que este incremento es aún mayor debido al aumento de las cargas sociales y de los impuestos  que lleva aparejado y que la inmensa mayoría de las veces los empleados desconocen porque no los pagan ellos de manera directa, a saber:

 

El salario mínimo quedará establecido en 1134 € en 14 pagas, o sea 1323€/ mes pero ese no es el coste del empleador ya que hay que añadirle el coste de los seguros sociales que oscila entre el 32% y el 38%, ahí es nada. Y todo esto sin tener en cuenta el mes de vacaciones, los días para asuntos personales, las bajas justificadas, permisos de paternidad o maternidad, etc., y las cada vez mayores y más onerosas obligaciones a las que se ve sometido cada autónomo con empleados (riesgos laborales, protocolos de acoso, primeros auxilios, etc., etc.). 

 

Si además eres un empleador diligente deberás provisionar fondos mensualmente para atender a una posible indemnización por despido del trabajador debido al alto coste de las indemnizaciones.

Por si esto no fuera suficiente se añade el incremento progresivo de las cuotas, decretado por el Gobierno, que los trabajadores autónomos pagamos por el delito de querer trabajar y nuevos impuestos como el MEI (Mecanismo de Equidad Intergeneracional), subida en el IRPF y ese impuesto silencioso pero implacable que es la inflación y que se ha disparado en nuestro país durante los últimos años.

 

La cosa se agrava más si a la subida del SMI se le añade la reducción de la jornada laboral de 40 a 37,5 horas. No se puede comprender cómo se han hecho los cálculos para esperar que un negocio aumente costes salariales y reduzca jornada laboral y que eso suponga un beneficio para el conjunto de la economía. Pensamos que está combinación de medidas supondrá la puntilla para multitud de autónomos con empleados y de micro pymes, favoreciendo como siempre a las grandes empresas.

Por eso desde A.U.P.A. consideramos que con este entorno de inflación, aumento desbocado de los costes energéticos, baja productividad laboral, incremento de la presión fiscal a autónomos y pymes, aumento de las cargas sociales para los generadores de empleo, el volver a incrementar el SMI de manera artificial y unilateral, es una irresponsabilidad en estos momentos y va a tener consecuencias muy negativas sobre la contratación, el empleo, los precios y la supervivencia del trabajo autónomo.

Por el contrario apostamos por una Administración más eficiente, eliminación de la estructura improductiva y los gastos superfluos del Estado, reducción de la presión fiscal y de las cargas y obligaciones a los autónomos, pymes y micro pymes de este país, flexibilización del mercado de trabajo…. 

En definitiva, queremos contratar a más trabajadores,  queremos mayor SMI, queremos vivir mejor al igual que los países que gozan de salarios más elevados,  pero con una subida del nivel de vida de forma natural y sin forzar situaciones que pueden desembocar en un empeoramiento de la situación  de los autónomos. 


Hasta que nuestros gobernantes no aprendan la realidad económica de los autónomos y hasta que no apuesten al 100% por el sistema de mercado tradicional que siempre hemos tenido y dejen de lado las nuevas tendencias del mercado globalista seguiremos en riesgo de extinción y toda la población acabará pagando las consecuencias con cada vez menos recursos y más desigualdad.