Por diversas circunstancias tenemos, unos y/u otros, que hacer algún tipo de consultas, relecturas y/o puestas a punto sobre hechos anteriores [-. sean tanto lejanos, como medios y hasta relativamente próximos -.-], lo cual nos implica el qué, y para nuestra propia referenciabilidad, en lo de nuestro manejo interior, imbuidamente tengamos, así es sí así nos parece, una idea mejor, puede que, en un tal vez, más nítida y, puede que e incluso, aún más precisa, de la situación estructural y muy compleja de dicho pasado.

 

Estos días, por mor de un acto de efemérides [-.- diez años, al 23-3-2014, del fallecimiento del ciudadano Suarez Gonzalez (Excmo. Sr. D. Adolfo); con el que tuve la ocasión y, dígase también, el honor de conversar ampliamente -.-], a forma de cierto revival, se nos ha puesto, puede que a unos y a otros a forma de escampado y con la que está cayendo,  delante de los ojos » el mundo de Adolfo Suarez González», esa parte del mundo que, a través de los diferentes medios de comunicación y en los soportes vehiculares de cada momento, nos ha llegado,en opini´n particular que apuntamos, al común de los ciudadanos.

 

Manejar los apellidos de un personaje [-.- una persona que es de índole público -.-], es también, en cierta medida  y en el respeto adelantado de otras consideraciones y/u opiniones, un navegar por el camino de la ancestral vida de la misma, en lo que ya está publicado y en lo que pudiera ser de la interacción ambiental, de su respectiva saga familiar y también, con ello, describir un tanto, y puede que un mucho, su árbol genealógico y, en atención a sus biógrafos y/o comentaristas de sus actividades.

 

Tal es así que, además de lo directo está igualmente,tras lo que su ambientación genera, dentro de la situación global que, en lo que asumimos, todo aquello que abunda por una parte «sobre y en» el conocimiento del concreto individuo de que se trate y , ¡pero también!, sobre su orteguiana circunstancialidad en el, ¡a más y a mayores!, potenciar y al mismo tiempo aumentar la descriptibilidad ambiental del entorno de la misma.

 

De los diversos afluentes informativos que se manejan y que instructivamente asumimos como informadores/formadores sociales de opinión, tenemos acopiado que el ciudadano Adolfo Suárez González nace en el municipio de Cebreros [Ávila-Castilla La Vieja- España], el día 25-9-1932- y fallece en Madrid [Castilla La Nueva-España], el día 23-3-2014 a la edad de 82 años, siendo hijo de: Dª. Herminia González Prados y de D. Hipólito Suárez Guerra y contando con cuatro hermanos. Estuvo casado con Dª Amparo Iliana Elórtegui y fue padre de cinco hijos.

 

Esta información general sobre sus orígenes, lo cual de acuerdo con las costumbres/ordenamientos/leyes españolas (y/o del Reino de España), nos llevaría a citarlo como: Adolfo Suarez González Guerra Prados, que posiblemente haya sido ampliada por especialistas e investigadores en el campo de la genealogía, instándose sobre sus ocho apellidos ( algo que, de un tiempo a esta parte, se ha hecho un clásico proceder, no sólo es factible lo de ocho apellidos vascos, ocho apellidos catalanes, ocho apellidos andaluces, ocho apellidos leoneses, …, también están, e igualmente en la misma consideración/valoración/presencialidad lo de ocho apellidos extremeños o lo de ocho apellidos castellano viejos u otros análogos dentro del conjunto básico de las quince regionalidaes españolas) y la articulación del engarzamiento territorial de los mismos, donde por algunos, a lo que hemos cotejado, nos llevarían, en un rama, hasta el  entronque con Galicia y quien sabe si hasta otras demarcaciones oficialmente establecidas en los momentos que se han considerado.

 

En el año 1932, en el inicio de «El mundo de Adolfo Suarez González», estamos en España con la vigencia, en la gobernanza de la centralidad, de la II República Española [1931-1936] y con las disposiciones que son emanadas desde el Estado Español en aquellos instantes y todas las “noticias” y “no noticias” de tales momentos. Es sumamente conocido que ya, desde el día 9-12-1931, está en vigor la Constitución Española aprobada por las Cortes Españolas y, a la vez, se han ido generando diversas iniciativas tanto oficiales como oficiosas en todo el ámbito de la sociedad española de aquellos momentos.

 

Curiosamente, en lo que ahora sopesamos, tenemos que el texto de la «CE’1931» se explicaba a los niños, en aquellos momentos, en un libro que, bajo el título de: «El Evangelio de la República»(1932) [-.- con la autoría de los Diputados siguientes: José Terreros Sanchez, Manuel Hilario Ayuso, Ramón Carreras Pons, Francisco Agustín Rodriguez, Alvaro Pascual Leune, Andrés Ovejero Bustamante, Clara Campoamor Rodriguez, Pedro Riera Vidal, Florentino Martinez Torner, Rafael Salazar Alonso y Miguel Santaló i Parvorell -.-] , trata de forma amena de comentar su articulado a personas ubicadas en edad de instrucción de ‘primaria & secundaria’.

 

Posteriormente se publicó «El niño republicano»(1932) cuya autoría correspondió al ciudadano Seró Sabaté (D. Joaquín), “Estampas de Aldea” (1935) del ciudadano De Andres Cobos (D. Pablo)  y, además de lo indicado, amplias directrices pedagógicas en la revista «El Magisterio Español», destinadas a la instrucción escolar de los discentes por toda España y como guías para el profesorado de los mismos. Este hacer hacia el instructivo mundo infantil/juvenil, que ahora situamos en el comienzo sobre “El mundo de Adolfo Suarez González”, le precede, desde tiempo atrás [-.- como tiene publicado la Dra. Marie Franco (2005) de la `Universidad de La Sorbona´ -.-], un afán pretérito ( cercano, tras la Ley Moyano de 1857, al año 1882 y ténganse en cuentas que las quince regionalidades españolas asoman, ¡49 años antes!, por RD de 30-11-1833) por el acercamiento, más amplio y no tan elitista, del mundo infantil/juvenil en toda España

 

Seguramente, desde nuestra observancia particular hacemos tal presunción, además de las publicaciones citadas, habrá otras más que, en la completitud de aquellos instantes iniciáticos y ya desde, con toda imaginable y hasta posible amplitud, la pluralidad de aquellos momentos, desde el año 1932 en adelante, se irán perfilando, básica y elementalmente, hacia «El mundo de Adolfo Suarez González».

 

No olvidemos algunos acontecimientos, de entre los muchos que se pueden traer a colación, ya del propio año 1932. Así tenemos, de entre los diversos hilos conductores que se pueden sopesar, para describir «El mundo de Adolfo Suarez González» y de tal época/periodo/delimitación,  que en el tramo 1932-1936,  pueden esbozarse variadas conformaciones. Así se pudiera situar que, además de “los ocho golpes de Estado” {que describe el ciudadano Hernández Gutierrez (D. Eligio)}, se aprueba el «Estatuto de Autonomía de Cataluña» (L.15-9-1832;GM 21-8-1932) -.- y se hace como región dentro del Estado Español -.-. Lo cual implica que `sí tenemos´ pues, en el año 1932, una estructuración regionalizada de España que, a mayores, es del conocimiento de [todos] los ciudadanos españoles [-.- formando parte de su sistema instructivo escolar -.-].

 

Es conocido que  hay, en “El Mundo de Adolfo Suarez Gonzalez” que es compartido por muchos más ciudadanos españoles, más acontecimientos en la década de los años treinta, tales como: los suceso de Casas Viejas(10-1-1933), elecciones generales (19-11-1933) ya con voto femenino (tras aquel inicio, en homologación, de Cartagena el día 8-1-1874), influjo de los disturbios en Portugal (18-1-1934), se ocupa Ifni(6-4-1934), restablecimiento de la pena de muerte (27-3-1934) para casos de terrorismo,…, todo con el fondo pendiente de las llamadas cuestiones: [1] El orden público; [2] Las regionalidades; [3] La religión y las religiones; [4] Las adecuaciones/reformas militares; [5] La ordenación laboral; [6 ] La situación agraria; [6] El cambio social; [7] La nueva educación.

 

El tramo entre el 17-7-1936  y el 1-4-1939, sobre el que tanto y tanto se ha escrito (y da la completa impresión de que se seguirá escribiendo: [1º] por lo que fue el complot de su inicio, [2º] el desarrollo cuantificado del mismo y [3º] la organizada salida a que se aprestó), es seguramente, por su larga duración y presencialidad masiva en todo este tiempo, un gran conformador sobre “El Mundo de Adolfo Suarez Gonzalez” y/o de todos y cada uno de los ciudadanos españoles que en el mismo, y por infinidad de vías y multitud de situaciones en él, como sujetos actores, fueron voluntarios y/o involuntarios participantes. 

 

Aún hoy día, y a la hora y momento de muchas referencialidades, que son del propio activo del Siglo XXI y del año 2024, se adscriben tanto a comportamientos integrales como a específicos de los temporales tramos de [1931-1939] [1939-1975], e incluso se argumentan con anecdotarios de entre [1902- 1931], pincelándolos en los tramos [1902-1923], [1923-1930] y [1930-1931], y no solo como actividad propia de los investigadores históricos, o de los eruditos o estudiosos de esas épocas, sino que también se hacen presentes en otra serie de conciudadanos, dentro de su expresividad comunicacional (en varios formatos e instrumentos vehiculares) que ejercen actividades varias. Lo cual nos lleva, y en principio, a situar “El Mundo de Adolfo Suarez Gonzalez” dentro de un integral hacer multiparticipado´ y sobre el cual, cada ciudadano español y hasta los que nos son foráneos, tendrá sus propias gradaciones de empatía.

 

Dentro del espacio que nos va desde el día 19-11-1975 al día 6-12-1978, el protagonismo en “El Mundo de Adolfo Suarez Gonzalez” y/o de [todos] los ciudadanos españoles [sumados y/o de la Nación Española], que vienen desde aquel inicio de los años treinta, da la impresión, y puede que más que la impresión (en donde pueden entrar toda una serie de interpretaciones varias, que pueden o no ser asumidas, pero que, y en todo caso, también tienen que constar, de que va, momento a momento, adquiriendo más y más directo protagonismo, enfocándolo, en un parecer particular que auspiciamos, en aras de su prevalencia global (y al unísono cívico), que debe ser asistida por su seguridad (en todos los ámbitos), respeto general ( sin intermediaciones) e igualdad apriorística ( de todos y de todo, para todos y para todo y con todos y con todo).

Ya sabemos, ¡lo sabemos todos!, que en el tramo este último que citamos [del día 19-11-1975 al día 6-12-1978], vienen una serie de hechos, que son hasta ahora tomados como básicos y (por ende) constructores, en los cuales, por “El Mundo de Adolfo Suarez González” y/o (en tal momento) la Nación Española, se toman decisiones trascendentes/importantes/decisorias en las fechas del 15-12-1976, 15-6-1977 y 6-12-1978, en los cuales la propia Nación Española, ¡ la nuestra!, que no muta en su ser y ni en su estar ( cuestiones que son de enorme importancia y de extraordinaria trascendencia),  acuerda mancomunadamente [ lo cual debe ser, ¡en firme y con plenitud!, siempre recordado], con su expresión libre y democrática, por medio del voto emitido por quienes son, en tales momentos, ciudadanos/electores [españoles], el proseguir su andadura, dando primacía completa y absoluta a la propia Nación Española.

 

“El Mundo de Adolfo Suarez González” y/o (tras el momento del 6-12-1978 y la editación del BOE al 29-12-1978) la Nación Española, camina por la aplicabilidad constitucional y no,¡ y nunca!, por otros derroteros de coyunturalidades y/o apetencias más o menos personales o más o menos económicas, o en la mezcla de todas. Esa Nación Española que venía estudiándose por las sucesivas generaciones de ciudadanos españoles, por aplicación directa del desarrollo de la Ley Villar Palasi (Ley General de Educación), con los mismos libros de texto (¡que no se podían cambiar en tal periodo del desarrollo de la Ley!).

Francisco Iglesias Carreño

Del Instituto de Estudios Zamoranos Florián D’Ocampo

Con tales texto de la Ley General de Educación, en ese  concreto que tomamos sobre “El Mundo de Adolfo Suarez González”, se indicaba que [-.- la Nación Española que integraba a las quince regionalidades españolas -.-] teníamos, como fijas y  definidas, a : [1°] Andalucía (87.278 km2 ); [2°] Aragón (47.668 km2 ); [3°] Asturias (10.565 km2); [4°] Baleares (5.014 km2); [5°] Canarias (7.273 km2); [6°] Castilla La Nueva (72.363 km2); [7°] Castilla La Vieja (66.107 km2); [8°] Cataluña (31.930 km2); [9°] Extremadura (41.602 km2); [10°] Galicia (29.434 km2 ); [11°] Reino Leonés (38.491 km2); [12°] Reino Murciano (26.175 km2); [13°] Navarra (10.421 km2); [14°] Reino Valenciano (23.305 km2); [15°] País Vasco (7.261 km2).

 

Vienen ahora otros tramos temporales, sobre la Nación Española y/o  “El Mundo de Adolfo Suarez González”, tales como [de 29-12-1978 a 23-2-1981], [de 23-2-1981 a 31-7-1981] y [de 31-7-1981 hasta el 23-3-2014], en los cuales, y ya con la Constitución Española en la mano, cada ciudadano español puede, y por la autopistas de la comunicación (que son una herramienta harto portentosa para la acción cívica que, a golpe de un tic, tiene a su disposición infinidad de hemerotecas, editadas obras plurales y contrapuestas aportaciones), labrar organizativamente su propio vademecum operativo.

 

Es claro, y sumamente posible que, sobre la Nación Española y/o el hilo conductor de  “El Mundo de Adolfo Suarez González”, en el tramo [1932-2014] (que nos ayuda a todos en el reconocimiento sobre su persona y sus aportaciones a toda España), se puedan hacer otras aportaciones y, a mayores, con otros enfoques, e incluso con otras perspectivas, ya que son años de intensa actividad en toda España y de amplias interacciones [de todo tipo] con todo lo que nos rodea. Lo que sí nos parece claro, y además nítido, es esa presenciabilidad de tal espacio temporal, de la consistencia de su significado, de la plasmación de suma importancia que unos y otros del mismo tenemos y de la, en cierto sentido, alta importancia de haber estado, junto a los demás ciudadanos españoles, en nuestro margen temporal particularizado, en el mismo. De haber contribuido al:” nosotros”. Es aquello tan sintetizado de: “nosotros somos, porque nosotros fuímos”.