Nomoazuldelahierba caminaba cabizbajo. En el sendero que siempre tomaba para acercarse a la casa de su amiga la yegua Sincorrer, no había migas, como era la costumbre. Aquel detalle era muy significativo, ya que Pequeñahumana, dejaba cada día cuando iba a la escuela, la vereda llena de migas que a Nomoazuldelahierba le venían de perillas para desayunar. En cuanto llegó a la última curva antes de llegar a casa de Sincorrer, se percató de que algo no iba bien. ¿Habrían llegado ya los animales sinamor que estaban destruyendo el bosque y todo lo que en él se encontraba? Nomoazuldelahierba se escondió detrás del tallo de una amapola y quedó expectante. Durante varios minutos el silencio enmarcó el miedo y la inquietud hasta que un agudo relincho de Sincorrer le hizo salir corriendo en dirección al establo. ¡Oh! ¡Sí! ¡Habían llegado! Allí había un grupo de animales sinamor que gritaban y se pelaban por subirse al lomo de Sincorrer. Observó como Pequeñahumana intentaba alejar a los bichos de su querida yegua. Entonces a Nomoazuldelahierba se le ocurrió una gran idea.
Se le ocurrió a él, a Nomoazuldelahierba, pero a mi no tuvo la deferencia de contármela, así que ya os veo dándole al coco y exprimirlo hasta que os salga la idea.
El texto anterior quiere ser un preámbulo para constatar la creatividad y el profundo trabajo de dos mujeres que han formado la compañía “CELESTE Teatro de Sombras”. Destacar lo bonito de acercar a los niños la mitología y las grandes historias de la humanidad para explicarse los enigmas indescifrables que nos rodean. Con una enorme sencillez nos llevaron de viaje por los mundos de Penélope, Minotauro, Eurínome, Orión, Eros, Pegaso… En el rato que duró la representación, en la sala Fundos de Veguellina de Órbigo, el niño que todos llevamos dentro disfrutó y se admiró con el trabajo de CELESTE Teatro de Sombras.
Se me escapan las gracias por las sonrisas que nos fabricaron y el buen rato que nos hicieron pasar. También agradecer al Colectivo El Regachón, que nos los trajera, ya que ellos fueron los responsables de que la tarde del sábado se nos pusiera buena.
Lamiguería: En el pensamiento otros niños y niñas, los de Gaza y los de Ucrania, que ya no tienen la senda de las migas para poder caminar por los cuentos. Qué poco ha evolucionado el ser humano que sigue sembrando destrucción en las geografías, muerte en los cuerpos y desesperación en los corazones.
Manuela Bodas Puente – Veguellina de Órbigo.