Se desmiga la tarde / en líquenes de tiempo no sido. / Se deshilan las imágenes / que se lleva Caronte / en su constante viaje / por el río del regreso. /  No, Caronte no te dejó fotografiarle, / pero tu, filósofo de estampas, / ya habías revelado el negativo de la vida. / Ya habías lacrado con tus dedos / la criatura que se asoma / al rostro de los seres. / Tus manos amasaban, / la harina del objetivo / con la maestría que solo tienen los elegidos. / Fuiste, eres, serás elegido por la palabra, / que te brotaba desde un venero / que traías abrochado en tus maneras, / en tu cercanía distante, / en el cristal de saber callar para decirlo todo.  / El pan de tus ojos, nos ha dejado / inmortalizados, fosilizados / en cada una de las instantáneas / que fuiste sembrando / por el ancho horizonte de la brevedad. / Los átomos de luz se posaban en tu cámara, / como aves descansando en la cuerda floja, / donde resbalan al atardecer los días. / Pasabas o paseabas por las pequeñas cosas, / igual que por el acontecimiento más rimbombante, / ibas con tu equidad colgada del hombro, / acompañando a tu eterna máquina de fotos. / En el alero de los días que no te serán, / quedarán eternamente abrigadas del olvido, / tus palabras, tus fotografías, / la filosofía, tu forma de caber en la vida. / Seguiremos en la ruta salvaje de las horas, / seguiremos cabalgando sobre las dudas eternas: / ¿quiénes somos, quiénes fuimos, quiénes seremos? / y seguiremos saboreando la vida, / a veces tan tierna, a veces tan dura, / la vida, que también a veces, / nos regala seres que iluminan.

Lamiguería: El poema que precede a estas líneas, está dedicado a Eloy Rubio Carro, ya que el pasado viernes, “Poesía a Orillas del Órbigo”, despedía su decimosexta edición recordando a Eloy Rubio Carro, poeta, escritor, profesor, filósofo, fotógrafo… A Eloy, lo veíamos cada viernes de julio, con su cámara en ristre para dejar inmortalizados instantes que captaba como nadie, también él estuvo en julio del 2021, desmigando sus versos entre los sauces, el río y los poetas escuchantes. Ahora tengo dos cuadernillos de los elaborados por Helena García Fraile para cada poeta que nos visita, con la palabra de Eloy Rubio Carro, uno que tiene el número 56 de la serie, está dedicado, el otro con el número 69, y que cerró esta última edición, está sin la tinta de su presencia, Eloy se ha ido a rescatar imágenes del otro lado.

Como cada año, desde hace dieciséis,  el mes de julio se viste de poesía en Veguellina de Órbigo. Gracias a Tomás Néstor Álvarez Martínez, hacedor y creador de “Poesía a Orillas del Órbigo, todos los viernes de julio nos volvemos poetas escuchantes y recibimos las palabras de los poetas hablantes como fina lluvia que nos renueva cada año. La poesía, como sangre renovadora de corazón y vida.

Manuela Bodas Puente – Veguellina de Órbigo.