El aire trae la vida guardada entre sus elementos químicos. El aire es el invisible más preciado para que la energía de la respiración nos mantenga activos en la existencia. Respirar, para que el fuelle de nuestros pulmones convierta en migas buenas y alimenticias  de vida, este pasar y pasear por el tiempo. Quiero llegar con esto del aire, del respirar y del fuelle a la anatomía de un órgano musical, concretamente al del Real Monasterio de Santa María de Villoria de Órbigo. Cuando acudimos a este monasterio premonstratense, fundado en 1243, a escuchar los conciertos de lujo que nos brinda el monasterio, nos convertimos en migas premostratenses del siglo XXI, por un tiempo que parece suspendido en la memoria.

Desde hace unos años,  gracias tanto a la asociación “Amigos del Monasterio”, como a los padres que regentan el monasterio y  a las personas que colaboran con el monasterio, se han venido celebrando espléndidos conciertos, debido a la restauración del órgano del monasterio por parte del organista y saxofonista polaco Norbert Itrich.

En cada concierto, más público y de más sitios distintos acuden a escuchar a los artistas que siempre dan lo mejor de sí mismos. Es un lujo poder oír a artistas de los mejores en el panorama actual.

Los dos últimos fines de semana, se han ofrecido desde el monasterio programas exquisitos para los degustadores del buen pan de la música. Abrió la segunda edición de “Conciertos en el Monasterio”, el organista Roberto Fresco, de Astorga y organista de la catedral de Santa María La Real de la Almudena.  También estuvo presente en el siguiente fin de semana el organista Alberto Callejo Chamorro, natural de Bercianos del Páramo, compositor y organista de la iglesia Santa María de la Bañeza desde 2013 hasta 2020. Dejó su voz volando en nuestros corazones la soprano Beatriz Silván. Tatiana Komar logró migar con las notas de su violín, un sabor sanador en nuestros sentimientos. Con Norbert Itrich, conocedor a la perfección del órgano que el mismo ha logrado resucitar, galopar por los acantilados de los días de calma. Para finalizar esta segunda edición de conciertos, el domingo 18 de agosto, Anastasiia Frassyniuk, concertista de piano y organista ucraniana (esta mujer, ofrece muchos conciertos benéficos en apoyo a su Ucrania natal), puso la guinda al magnífico elenco de artistas que desde el “Real Monasterio de Santa María de Villoria de Órbigo”

Lamiguería: Agradecer a todas las personas que forman parte de esta maravillosa aportación a la cultura todo su esfuerzo y su dedicación, es cuanto menos, de obligada consideración.

Manuela Bodas Puente – Veguellina de Órbigo.