Parece que,  en atención a algunas divulgaciones, de índole generalístico, amén de otras que se anuncian de alta investigación, estaríamos ahora a la distancia temporal de 1050 años, de y sobre la explicitación literaria, en formato de redacción, que escrita en su momento comienza con la expresión de: “Nodicia de Kesos”.

 

Con tal descripción y motivo inicial, existe una novedosa expresión lingüística que, manejada por muchos y afamados investigadores [-.- se indica, en lo que hemos consultado, que ya fue utilizado, en el año 1926, por  el Dr. Menendez Pidal (D. Ramón) [-.- en su obra: “Orígenes del Español” -.-]. en lo que hemos podido cotejar, describe y sitúa, haciéndolo documentalmente, la aparición muy lejana, plenamente constatada, de la lengua romance leonesa (derivada directamente del latín) ya en el Siglo X y dentro del espacio territorial actual de la tri provincial regionalidad leonesa..

 

Se maneja, dentro de una cierta variabilidad, la anualidad del 974 para ubicar la aparición de tal escrito, el de “Nodicia de Kesos”, en  una zona poblada [-.- El Monasterio de Royuela, cercano a Ardón, dedicado a la advocación de los Santos Justo y Pastor (fundado en el 916) -.-], del norte peninsular hispánico, ubicada en las cercanías de la urbe medieval de León y ya cuando esta ciudad lleva asumida, durante 64 años, la capitalidad de toda la Corona Leonesa, tras la decisión de García I de León, en el año 910 al fallecer Alfonso III El Mayor (en la ciudad asturiana/leonesa de Zamora).

 

Siguiendo tal referencia del 974, nos encontraríamos, para el manejo con “Nodicia de Kesos”, en la época del periodo de reinado de Ramiro III de León y dentro de una muy accidentada acción interna y externa, casi caótica, de toda la Corona Leonesa, en la cual, y dentro del espacio de Monasterio de San Justo y San Pastor tiene lugar lo que parece ser aparición y/o balbuceo de la lengua romance leonesa.

 

Lo cierto es, que tal ilustración lingüística en mantillas de lo que se asomaría como romance de la lengua leonesa, la de “Nodicia de Kesos”, supone una primicia en el manejo y/o disposición que de ”los kesos”, ¡de “los kesos medievales”!, se hace en la península Hispánica y en concreto,  más y a mayores, , en la Corona Leonesa en el Siglo X, donde la relación datada del despensero ( de nombre Semeno), hace detalle estadístico de sus relación existencial.

 

La cuestión meramente filología sobre la “Nodicia de Kesos”, es de imaginar que haya llamado la atención  de los profesionales investigadores  de tal y tan concreta rama, los cuales habrán dado, en sus respectivos trabajos, una mayor y mejor información que la que, de forma externa, aquí podemos esbozar. Pero debemos indicar que la data que se ha manejado, la del 974 (salvo que existan otras), ya de por sí indica la relevancia de lo considerado, es más, con tal data estaríamos en la efemérides de los 1050 años de tal texto medieval.

 

A la alta importancia que podemos dar, desde tanto el noroeste de España [-.- históricas y constitucionales  regionalidades: extremeña, leonesa, gallega y asturiana -.-]; como de las otras partes alícuotas de la Nación Española, al queso y su valor añadido, que se debe tener muy en cuenta (en todo momento, lugar y ocasión), no podemos dejar en el olvido del ángulo oscuro de nuestra memoria otras muy  altas relevancias que también `florecen y se dan con el queso´,que aquí hemos ejemplarizado, y traído con ello a colación, en “Nodicias de Kesos”.

 

Tenemos que, y no en vano, estamos asentados en “el corredor de ´La Vía de La Plata¨ {-.- Cañada Real de la Vizana, ferrocarril de Sevilla a Gijón (inexplicablemente cortado en 1985, entre Palazuelo(Cáceres- regionalidad extremeña) y Astorga (León-regionalidad leonesa) y Autovía A-66 -.-}  por donde han circulado a lo largo del proceso histórico hispánico, tanto la reconquista, como la trashumancia, así como infinidad de interacciones culturales  de toda índole.

Las “Noticias de Kesos”, pueden ser ahora, la expresión de una memoria que ya tiene 1050 años.

Francisco Iglesias Carreño

Del Instituto de Estudios Zamoranos Florián D´Ocampo