VENDIMIA EN LA BODEGA MIÑAMBRES DE LA DO TIERRA DE LEÓN EN VILLAMAÑÁN

Además del deterioro del paisaje y la imagen de las zonas  afectadas, suponen un grave perjuicio para la calidad de  vida, la economía y el desarrollo del sector agroalimentario 

 

El Consejo Regulador de la Denominación de Origen León expresa su enorme preocupación y re chazo en relación con la desmedida proliferación de proyectos de ganadería intensiva y plantas de  biogás, destinadas fundamentalmente al tratamiento de purines, dentro del área de producción viti vinícola de su territorio en el sur y sureste de la provincia de León y norte de la de Valladolid.  

Estas instalaciones, con proyectos ya en fase de desarrollo en el entorno de las vegas de los ríos  Esla y Cea, que concentran la mayor parte del viñedo adscrito a la denominación de origen, se ubican  en terrenos colindantes o muy próximos a los viñedos. Su presencia supone, más allá del preocupante  deterioro del paisaje y la imagen del territorio, un grave perjuicio para la calidad de vida y la economía  de esas zonas. Y no sólo para la producción vitivinícola y el desarrollo inminente de propuestas eno 

turísticas, sino también para la actividad hortícola y, por extensión, para todo el sector agroalimenta rio, llamado a ser en el futuro –y ya hoy– uno de los pilares del desarrollo económico y laboral de la  provincia por su peso en el producto interior bruto y la importancia creciente en las exportaciones. 

Biorig, división de biometano de Solarig Global Service SA, prevé invertir 250 millones de euros  en el desarrollo, construcción y operación de diez instalaciones de producción de biogás en Castilla 

y León, concretamente en municipios de las provincias de León, Zamora, Salamanca, Valladolid, Bur gos y Soria. Inicialmente, al menos dos de ellos –al margen de otros dos ajenos a esta compañía que  prevén su asentamiento en el entorno de Valencia de Don Juan– se ubican en territorio vitivinícola  de la Denominación de Origen León, concretamente en San Millán de los Caballeros (León) y Melgar  de Abajo (Valladolid). En el segundo caso, a sólo unos centenares de metros del viñedo de Melgarajo,  un proyecto de enorme peso social por la amplia implicación vecinal que lo impulsa y que se ha visto  obligado a paralizar la construcción en ese espacio de una bodega que es aspiración histórica de los  viticultores que sustentan esa sociedad y que desde su fundación vinifican en instalaciones ajenas. 

Según publicó en su momento el Boletín Oficial del Estado, el objetivo social de Bioreg Energy Mel gar Valladolid SL es “la promoción, gestión y explotación de instalaciones de producción de biogás,  biometanol y otros productos energéticos basados total o parcialmente en fuentes renovables y de  origen biológico, incluyendo el tratamiento de purines, residuos y materia orgánica”. 

El Consejo Regulador de la Denominación de Origen León considera que hay alternativas viables  para el desarrollo de este tipo de proyectos en otras áreas rurales que no afecten a viñedos y bode gas, e incluso a otros productos agroalimentarios, ya que no tienen vinculación con ningún territorio  concreto y pueden ubicarse en cualquier otra parte sin merma para su capacidad de producción. 

Finalmente, la Denominación de Origen León se suma a la Denominación de Origen Ribera del  Duero, afectada por el mismo problema, al instar a la Conferencia Española de Consejos Reguladores  Vitivinícolas a trasladar al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación la preocupación comparti da también con otros territorios en relación con la expansión de proyectos de energías renovables y  macrogranjas que afectan a los viñedos y paisajes históricos vitales para sus regiones.