La pedanía de Valencia de Don Juan, recogiendo el sentir mayoritario de los vecinos, insta al Congreso de los Diputados y a las Cortes de Castilla y León que den los pasos oportunos para que León se configure como “comunidad autónoma uniprovincial” 

 

Lamenta que esta comunidad autónoma sea insensible a las entidades locales menores a las que niega la utilización del concejo abierto leonés como órgano rector de la comunidad rural pone en pie de igualdad a todo residente en la provincia como herramienta vertebradora del medio rural leonés y a las que niega cualquier tipo de soporte administrativo, jurídico o económico directo 

 

La Junta Vecinal de Cabañas, única pedanía de Valencia de Don Juan, aprobó en el día de ayer solicitar la autonomía para León. El texto, que será remitido a las Cortes de Castilla y León y al Congreso de los Diputados, pide que estas instituciones tomen conocimiento del acuerdo adoptado e inicien “los trámites para la consecución de la autonomía uniprovincial leonesa”.

 

Una decisión avalada por la mayoría de los vecinos que fueron informados en concejo y que mayoritariamente ratificaron una decisión que se produce toda vez que en el mes de junio la Diputación provincial de León manifestara su voluntad mayoritaria de convertirse en comunidad autónoma.

 

El texto aprobado hace una referencia a la comunidad autónoma actual, desde la cual se “ha intentado invisibilizar otros aspectos clave de la cultura leonesa, como la tradición concejil, el poblamiento disperso, la cultura de gestión del agua y los cauces, de los bienes comunales o cualquier característica que desentonara con la cultura y tradiciones castellanas”.

 

La Junta Vecinal de Cabañas lamenta entre sus motivos para pedir la comunidad autónoma para León que la Ley de Régimen Local de Castilla y León “no ha recogido esta singularidad leonesa, ya que la ley obvia en entidades que no funcionan en régimen de concejo abierto la figura ancestral del consejo como asamblea vecinal”. Del mismo modo que la Comunidad Autónoma “no garantiza en modo alguno que los fondos que proceden de otras administraciones, ni los propios de los presupuestos autonómicos, lleguen a nuestras Juntas Vecinales, entidades locales menores que no recibimos de manera directa ningún tipo de fondo económico ni soporte jurídico, institucional o administrativo, quedando estos recursos a merced de la voluntad política del Ayuntamiento o de la Diputación Provincial”.

 

Para Cabañas, esta situación de abandono durante cuatro décadas “acentúa aún más ese desapego de los vecinos respecto a la comunidad autónoma de Castilla y León” considerando que esta es “una Comunidad insensible a estas entidades locales menores a las que se nos niega la utilización del concejo abierto leonés como órgano rector de la comunidad rural pone en pie de igualdad a todo residente en la provincia como herramienta vertebradora del medio rural leonés”.