Es casi seguro que, en esta fecha del mes de enero, tenemos amplios recordatorios del pretérito histórico de la regionalidad leonesa.
A título de ejemplo citamos:
En el año 951, el día 5 de enero, tiene lugar la abdicación del Rey Ramiro II «El Grande» (para los leoneses) y «El Diablo»(para los agarenos).
Ramiro lI es, en un tal vez que aproximamos mucho, uno de soberanos más importantes de la Europa Occidental de su tiempo.
Gracias a los hechos de su tiempo [-.- con sus pvictorias en Simanca y La Alhandiga -.-], el órbe cristiano europeo no solo asumió la presenciabilidad del Regnum Legionensis, también su fortaleza, intrepidez y decisión.
En una pequeña población, de nombre Monfarracinos del Pan, ubicada a 5 km de la ciudad leonesa de Zamora, en la data del 5-1-1809, tiene lugar un episodio bélico de la Guerra de la Independencia, donde son tomadas a los invasores franceses dos piezas de artillería.
La Guerra de La Independencia, significó a toda la Corona Leonesa y lo hizo en sus posteriores cuatro históricas regionalidades [-.- extremeña, leonesa, gallega y asturiana -.-]. En su espacio, con lugares pequeños (como Monfarraciones del Pan, Los Arapiles, Morales de Toro, …) o más poblados ( las ciudades cercadas de Astorga, Ciudad Rodrigo, Zamora, …) se defendio la Identidad ya Nacional Española y el sentido de su Entidad integral.
Estos hitos del pasado, del día 5 de enero, dieron visibilidad a la gente del oeste hispánico y lo hicieron por la propia acción de si mismos.
De estos hechos, debemos sacar las oportunas y necesarias lecciones quienes después convivimos en estos ‘ambientales espacios de leonesidad’ para común provecho de toda la regionalidad leonesa y como parte alicuota constitucionalmente integrada en la Nación Española.
Francisco Iglesias Carreño
SALAMANCA-ZAMORA-LEÓN