Venimos de una conceptual España (léase de un Estado Español y en la [una] Nación Española) que, y en asumiendo que hablamos en pretérito, cada cual de nuestros convecinos, y tal vez en un decir, así es sí así parece, podría decirse con amplia generalidad, a más y a mayores, lo saca de `su propia cosecha´ [-.- que en algunos supuestos llega hasta unas posiciones gremiales y/o afectivas (disfrazadas  discursivamente de ideológicas) -.-], tal qué lo traducen a su buen aire y en el obvio recelo, ¡más que evidente! , de la opinión (particular)  de casi todos sus coetáneos que, uno tras otro, tienen su propia disertación narrativa sobre tal asunto/temática y el encuadre tramoyista escénico de la misma, donde el llamado Estado de Derecho, y según tercie (en la intervención del  discurrir del disertante y/o expositivo), puede aparecer o no en atención a la propia situación  y hasta `estatus´del interviniente.

 

En ese tiempo pretérito, hay una serie de hechos que acaecieron (los cuales tuvieron lugar, momento y concreción datada), como es el de “Ribadelago´1959”, donde su variada  glosa, en las intervenciones de unos u otros, se nos hace presencial, ¡ y cuasi viva!, desde el invierno de aquel entonces, en lo que apuntamos, así pretendemos que conste, como narraciones muy oportunas e importantes que tratan de explayar explicativamente tal tragedia, al objeto, queremos asumir, de una descripción que sea más ajustada, puede que más amplia e incluso más precisa del mismo. Lo cual merece, en lo que nos atañe cívicamente, nuestra más excelsa felicitación y formal apoyo, así como el público jaleamiento animador en aras de proseguir, de todos y para todos, por tales sendas.

 

Para algunos, es posible, y desde nuestra objetivación meramente ciudadana y no profesional, que el descender a concreciones sobre `el ambiental mundo que rodeaba´ a “Ribadelago ´1959”, no sea por una parte necesario ni tampoco por otra parte apremiante (lo cual lo ubicaría dentro del conjunto de los relatos de las catástrofes y/o los accidentes), mientra que para otros se haga, y en un tal vez, absolutamente preciso (para situarlo posicional y contextualmente). Lo último daría, en nuestro y nuestro ahora,  que la postulación dada [-.- “ todas las referencias al 9-1-1959” -.-], no sea un título más, ni incluso un oportuno título, y pasase a engrosar la cualidad de un casi obligado título e incluso, y en todo caso, de un insoslayable título.

 

La España de “Ribadelago´1959”, desde nuestra percepción ciudadana y escuetamente cívica, es la que sí que es y no es otra, e igualmente  también, y con todos los aditamentos, lo es el Estado Español y lo es en el “seno máximo mandatario” de toda la  Nación Española, en las circunstancias propias de tal temporalidad y por encima de las mezcolanzas y almibarizaciones que de forma inopinada u obligadas intruccionalmente, acaso también interesadamente (como en otros momentos), se hagan entre ambas situaciones, y siempre dentro de la estimación de la figura [legal y jurídica] del Estado de Derecho (aunque este existiera, ¡y se ejerciera!, en una situación no democrática).

 

La Nación Española de “Ribadelago´1959”, estaría conformada por todas y cada una de las quince regionalidades españolas organizadas (en el Estado Español) en sus provincias. A saber: {1º} Andalucía, con ocho provincias : Almería, Cádiz, Córdoba, Granada, Huelva, Jaén, Málaga y Sevilla. {2º} Aragón,con tres provincias: Huesca, Teruel y Zaragoza. {3º} Asturias, una provincia: Oviedo. {4º} Baleares, con una provincia. {5º} Canarias, con dos provincias: Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife. {6º} Castilla la Nueva, con cinco provincias: Ciudad Real, Cuenca, Guadalajara, Madrid y Toledo. {7º} Castilla la Vieja, con ocho provincias: Ávila, Burgos, Logroño, Palencia, Santander, Segovia, Soria y Valladolid. {8º} Cataluña, con cuatro provincias: Barcelona, Gerona, Lérida y Tarragona. {9º} Extremadura, con dos provincias: Badajoz y Cáceres. {10º} Galicia, con cuatro provincias: La Coruña, Lugo, Orense y Pontevedra. {11º} Reino Leonés, con tres provincias: Salamanca, Zamora y León. {12º} Reino Murciano, con dos provincias: Albacete y Murcia. {13º} Navarra, con una provincia. {14º} Reino Valenciano, con tres provincias : Alicante, Castellón, y Valencia. {15º} País Vasco, con tres provincias: Álava, Vizcaya y Guipúzcoa.

 

Lo anterior, sobre la Nación Española no es, en ninguna forma, y por lo que atañe, desde nuestra estimación a “Ribadelago´1959”, nada baladí y si, ¡ y por el contrario!, altamente importante, diríamos aún más, suma y esencialmente importante. Lo precedente sería así, salvo que, y por otros, se documente que tal situación se deriva hacia el periodo transicional [-.- desde 19-11-1975 hasta 6-12-1978 -.-], ya que, al ser efectiva y tangible en la propia data  del 6-12-1978, sólo existiría tal posibilidad, desde nuestra observancia ciudadana y no profesional, unida a la del propio origen nacional [-.- en los prolegómenos de la Edad Contemporánea antes de 1808 y la otrora interpretación de Capmany y Montpalau (D. Antonio) -.-], que es la que, y parece que en principio, se toma como base constituyente para “La Pepa”(19-3-1812), articulandose seguidamente (al 30-11-1833 en el Gobierno de Cea y Bermudez), para aplicarse, tiempo después, secuencialmente en vía constitucional (CE´1931 y LTGC 14-6-1933).

 

“Ribadelago´1959” es, sin lugar a dudas, toda una tragedia que, desde los trabajos  analíticos del profesor Torroja Miret (D. Eduardo), queda informada  y pública en sus referencias técnicas, dando expresión, que se ha difundido, sobre: deficiencia materiales en la construcción, peligrosos comportamientos  térmicos del hormigón y el granito, fisuras en la presa,…Y ello tiene lugar dentro de una consideración interna del Estado Español, de aquel momento, cuando en el horizonte [-.- ya desde 1957, tras el Informe de John Hollister director de la ICA -.-]  se planteaban, por las propias autoridades españolas, de aquel entonces sistema/régimen/dictadura, y en imitación de otros proyectos europeos, unos procesos globales (léase `Plan de Estabilización´) del mismo, que eran de amplia y, en un casi, global transformación interna, de inesperado cambio, hacia su proyección internacional más abierta e interactuante.

 

“Ribadelago´1959” es también, y sin duda alguna, el esbozo abierto de una situación social, en postración económica, de aquel momento, en el oeste español, que no solo se correspondian a la divulgada en  regionalidad extremeña [-.- Las Hurdes en la visita real de 20-6-1922, o el afamado documento fílmico de Buñuel (de 23-4-1933, que fue sonorizado en 1935); precedido de los trabajos del antropólogo francés Maurice Legendre que visitó las comarcas entre Salamanca y Cáceres, siendo acompañado por el Dr. De Unamuno y Jugo (D. Miguel) -.-], también estaba en gran parte del espacio territorial [ con 38.491 km2 -.-] la regionalidad leonesa desde El Rebollar hacia arriba, por El Abadengo, La Berzosa, Camaces, La Gudina, Sayago, Tierra de Alba, Aliste, Tierra de Tábara, Sanabria, La Carballeda,  La Cabrera, La Maragatería, Boeza, La Cepeda, hacia Babia, Las Omañas,… por no citar más.

 

“Ribadelago´1959” es también, el pasar de la virtualidad de un `plan de contabilización de las ayudas´, tanto nacionales (provincia a provincia) como internacionales, que no parece por ahora, a lo que se otea y visualiza, que ya, en algún momento, y con el tiempo discurrido (estamos hablando de 66 años),  sea de amplia y general exposición pública, siendo, como conocimos de entonces (en los rotativos que se consultaron), que sí lo fueron, las donaciones publicadas en grandes listados en los periódicos, por cada una de las quince regionalidades españolas y en todas sus respectivas provincias. Españoles todos de aquel entonces y extranjeros, en grado alto, en lo que nos pareció observar,  hicieron aportaciones en pro de la recuperación de las gentes y del lugar de Ribadelago.

 

“Ribadelago´1959” igualmente, es la memoria, como es el entendimiento y así mismo la voluntad, de nuestra gente allí, en el mismo Ribadelago y en su incitada diáspora emigrante, para recordar lo que sí que pasó, lo que vivieron como protagonistas directos, asumir la gran tragedia que aconteció en la entereza de los supervivientes y el ánimo de aquellas familias,frente a tal contingencia, en proseguir.

 

Ribadelago  lo es, en todas y cada una de las referencias al 9-1-1959

Francisco Iglesias Carreño
Del Instituto de Estudios Zamoranos Florián D’Ocampo