
Mañana viernes 14 de febrero a partir de las 19.00 horas tendrá lugar en la sala de Exposiciones “Óscar García Prieto” de Santa María del Páramo, la inauguración de la obra “Sueños esculpidos” de José Antolín Álvarez Chamorro, y que se complementará con las “Visiones de piedra olvidadas”, de Mirta Soravilla Hernández. Dicha exposición se podrá visitar todos los fines de semana hasta el 30 de marzo. Una exposición en dos vertientes que no dejará indiferente a nadie, porque a la seriedad aparente en los personajes del escultor leonés, Antolín, se une el abanico de colores que ofrecen las piezas de Mirta (arquitecta y artista artesana cubana).
Son las tallas escultóricas de Antolín las que, en diversas posturas, se reencarnan en la piel de un árbol o han buscado en el barro o en el bronce los volúmenes necesarios para congelar los sueños. Y son cantos rodados los de Mirta los que invitan a rodearlos con la mirada para descubrir, en ellos, los rostros de una felicidad colorista muy atrayente.
Como tarjeta de presentación, los organizadores de esta exposición dan protagonismo a ‘La lucha del hombre’, de Antolín. Es una escultura en la que se refleja la condición humana al desnudo. Es la fuerza de la humildad la que, en una permanente lucha por la salvación, se agarra a una gruesa cuerda para no perder jamás el equilibrio. Un sueño.
Solo es la lectura de un sueño que se complementa con los sueños de otras figuras, en las que su dios creador se posiciona a la sombra de la máxima cotidianidad de la vida. Por eso, sin querer, queriendo, el espectador se va a encontrar con un pensador, con un niño mirando la luna, con ‘Benito’ (y su perro), con dos maternidades, con un saxofonista o con un torero. Son ‘Manos unidas’ las que se agarran entre sí en un beso de salvación o las que se aprovechan del juego de la peonza para jugar como niños. Y hay un dedo ‘Índice’ también, que tal vez pretende señalar el punto exacto donde se encuentra la raíz de la vida.
Que nadie se extrañe, eso tampoco, de acercarse a un pedestal de libros para que sea él, el protagonista de las alturas y su ave (reposando –¡atención!– en su cabeza pensante) quien te lea en silencio el ‘Cuento del libro roto’.
Antolín (con 22 obras) y Mirta (con 20) unen su arte en Santa María del Páramo en una más que interesante exposición. Cuarenta y dos razones para ir. Si vas, acércate a cada una de ellas y… mira. Disfrutarás.