La manifestación comenzó a las 12:00 horas en la plaza de San Marcos, recorriendo Gran Vía de San Marcos, plaza de la Inmaculada, avenida Roma, glorieta de Guzmán con vuelta, Ordoño II, calle Ancha y plaza de Regla donde hubo discursos de los cuatro sindicatos convocantes: UGT, CCOO, USO y CGT.
Según la organización acudieron unas 15.000 personas, aunque era difícil de valorar, ya que mientras se desarrollaban los discursos seguían entrando personas en la Plaza de Regla desde la Calle Ancha. La Subdelegación del Gobierno presenta unos datos de asistencia de 13.000 manifestantes, poca es la diferencia.
El tiempo no acompañó mucho y hubo lluvia intermitente durante el desarrollo de la manifestación, aunque al final en los discursos no llovió.
Participaron muchas personas de las comarcas: Bierzo, Cepeda, Valdería, Tierra de Campos, Los Oteros, Laciana, Babia, Riaño…
El abandono sufrido por León desde la administración central y autonómica fue el eje de los discursos. Ese abandono que hace que la población de León haya disminuido en casi 100.000 personas en los últimos sesenta años, que no haya industria, que no se desarrollen los polígonos industriales como Torneros y otros, que no haya trabajo para los leoneses y que, los mejor formados tengan que salir siempre fuera de León para desarrollar su vida laboral.
También hubo quejas al exagerado centralismo autonómico, a la falta de infraestructuras y al incumplimiento de promesas que han terminado en “cuentos”.
Más o menos ese fue el hilo conductor de los discursos de los representantes sindicales. Lo que todos sabemos es que León es una provincia que está a la cola de España y como sigamos así seremos siempre los últimos “más soluciones y menos cuentos”.
Pero al margen de los discursos, lo que reivindicaba el público asistente, incluso interrumpiendo a los conferenciantes. era la “AUTONOMÍA PARA EL PAÍS LEONÉS. Esta podría ser una solución que pedían la mayoría de los manifestantes.
