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Una cacería en la mañana de este domingo 23 de febrero en el paraje de Vardaya, en Vegacervera, terminó con la muerte de cinco perros ahogados en un canal de la zona. Los cazadores denuncian el mal estado de la reguera, que ya ha causado otros incidentes
El grupo, formado por 20 cazadores y tres perreros con 12 perros, comenzó la jornada a las 9:15 horas en el bar de Robles de la Valcueva, donde se reunieron antes de repartir los puestos. A las 10:30 horas, como es habitual, soltaron a los perros para iniciar la batida de jabalí, informa Leonoticias.
Según relata David Gutiérrez, cazador de Villamanín y participante en la cacería, la jornada comenzó con «normalidad» hasta que los perros detectaron una presa y comenzaron a correr juntos en la misma dirección. Poco después, confirmaron que seguían a un jabalí que, en su huida, descendió hasta la zona del canal.
Al intentar cruzarlo, el animal cayó al agua, y los perros, acostumbrados a atravesar ríos, «se lanzaron tras él sin detenerse».
Al percatarse de la situación, los cazadores cancelaron «inmediatamente» la cacería y bajaron al canal para intentar salvar a los animales. Sin embargo, la fuerte corriente y la estructura del canal dificultaron el rescate. «El nivel del agua era muy alto y los túneles no dejaban espacio para que los perros sacaran la cabeza», explica Gutiérrez.
Uno de los cazadores intentó agarrar a los animales, pero la situación era demasiado peligrosa. «Intentábamos cogerlos del rabo, de las orejas, de donde podíamos para salvarlos», relata. A pesar de los esfuerzos, cinco perros murieron ahogados, mientras que tres pudieron ser rescatados con vida. El jabalí también se ahogó.
Los cazadores han denunciado la situación ante la Guardia Civil y advierten que no es la primera vez que ocurre un incidente de este tipo. «Llevamos tiempo avisando», lamenta Gutiérrez, quien critica el mal mantenimiento del canal.
Según denuncian, la zona no está correctamente cerrada, lo que supone un peligro tanto para los animales como para las personas. «Es una zona que debería estar completamente vallada, con acceso solo para los mantenedores», reclama el cazador. Además, denuncian que la red de protección está en mal estado, oxidada y rota, lo que ha provocado que en otras ocasiones caigan vacas, jabalíes y corzos al agua sin posibilidad de salir.
«Esta pérdida supone una carga emocional muy grande»
La tragedia ha generado gran malestar entre los cazadores, quienes temen que esta situación haga inviable la práctica de la caza en la zona. «Los perros cuestan mucho dinero y llevan años de entrenamiento. No podemos seguir cazando si el entorno no está en condiciones», concluye Gutiérrez. Además de la «carga emocional» que conlleva perder animales que «forman parte de tu familia».
El dueño de los perros, que formaba parte de la cuadrilla, se encuentra «muy afectado» por la pérdida de los animales y ha querido mantenerse al margen de las declaraciones.