Foto: Isaac Llamazares

El engendro autonómico de Castiga a León, siempre se ha justificado, por los políticos del momento y durante muchos años después, en razones de Estado para apaciguar la fuerza de los nacionalismos en el Estado Español

 Mi pregunta es, ¿por qué se permitió la escisión de las provincias de Santander y Logroño de Castilla? Lo lógico hubiera sido mantener Castilla la Vieja que ya estaba constituida, como una autonomía potente, con la finalidad de contrarrestar los nacionalismos.

Puede que tengan razón otras opiniones oídas a posteriori, contando que los vascos forzaron la creación de las autonomías: Cantabria y La Rioja, porque no querían una autonomía castellana fuerte limitando con ellos.

Entonces, desde ese punto de vista, no queda en León más remedio que darles la razón. Castilla no es digna de confianza, ni como socio de autonomía, ni como vecino, a tenor de cómo nos ha ido a los leoneses en este engendro forzado.

Desde el primer momento los leoneses nos manifestamos reclamando nuestra propia autonomía. Demandando la incorporación de una “Y” porque no éramos ni somos castellanos, ni castellanoleoneses.  En años posteriores seguimos manifestándonos. Así lo hicimos en junio y octubre de 2006; de nuevo en junio y octubre de 2007, con motivo de la reforma del Estatuto; movilizaciones que no conviene olvidar, pues marcaron continuidad reivindicativa.  

Pasado un tiempo, las razones de Estado se transformaron, a sabiendas que nos mentían, en aquello de que la Constitución no permitía la creación de una nueva autonomía, que era una situación geográfica cerrada. Pero desde hace poco más de un año se está demostrando, mediante informes de estudios jurídicos, que es posible por varios caminos.

Pero a pesar de estas evidencias, las jefaturas de los partidos políticos niegan este derecho constitucional, y los acólitos en su estructura provincial, en lugar de defender los derechos manifestados por los leoneses, se suman a esa negación a cambio de unas colocaciones en sus organizaciones, lo que les da un disfrute de poder local, provincial o autonómico, y en algunos casos unos ingresos económicos importantes.

¿Como pueblo español, por qué se nos niega ese derecho autonómico? ¿Qué intereses hay detrás de esta negativa? ¿A quién sirven o ante qué galfarro están fincados los de la clase política española en general y la leonesa en particular?

¿A quién daña la creación de una autonomía leonesa?

¿A quién hace daño que la región leonesa reciba, desde el estado español el dinero que le corresponde como autonomía? Ganaríamos unos 800 millones al año que se quedan por el camino y que ningún partido nacional reclama para León, y menos aún intentan saber al detalle quien se lo queda. Además, recibiríamos los fondos de Europa, como los fondos para la Raya, que mucho me temo que se están invirtiendo en la autovía del Duero (Valladolid -Soria), en lugar de la frontera leonesa con Portugal

¿Quién tiene interés en que la ruta de la Plata ferroviaria siga estancada, cuando su instalación no requiere nada de expropiaciones, y el camino está en propiedad de ADIF?

¿Quién se benefició de la desaparición del Parador de San Marcos con sus salones, y quedar en un simple hotel de la categoría que quieran darnos? Y ello junto a mayor duelo por la muerte arquitectónica del palacio de Congresos

Mucho se habla del eje Atlántico, pero está claro que éste no pasa por la provincia de León, incluido El Bierzo. A excepción de la comunicación con Asturias, cuyo trazado no pueden soslayar

Nuestros políticos nacionales quieren hacernos creer:

 Por la izquierda que con su trabajo han conseguido no sé qué, en la provincia de León, nos tratan como babayos pazguatos, cuando su éxito es que Torneros esté como está, esperando no sé qué presupuestos, mientras en otros lugares salen millones de las chisteras.

Seguimos esperando por la FEVE, el soterramiento de Adif en León y San Andrés, y sin aparcamientos al ir a llevar o recoger a los viajeros familiares.

Seguimos esperando por la terminal aérea de mercancías. La Ronda norte, las autovías Ponferrada a la Espina y a Monforte; la segunda torre del Incibe, (¿o la harán en Castilla?, no perdamos esto de vista)

Por la derecha seguimos esperando que se termine la obra del auditorio, que se reanude la rotonda al lado de Lecler, que en las UCI de Ponferrada y de León capital se hagan las obras de mejora como en las provincias castellanas de la comunidad.  Que los niños leoneses puedan ir a clase sin necesidad de abrigos, o paraguas para estar en las aulas.  El Instituto de Villaquilambre o los ambulatorios pendientes de realizar. Que nos aclaren qué hacen con el dinero que el estado adjudica a la Junta por la provincia de León, y que no nos llega en su totalidad

Ahora vienen embarullándolo todo, hasta las noticias, pareciendo que tienen prisas para realizar la ampliación de Polígono Politécnico, por un lado, y por otro que van a realizar una Planta de hidrógeno en La Robla, fecha de terminación desconocida, 

La realidad es que somos la región leonesa en general y la provincia de León en particular los que estamos en la cabeza en cuanto a pérdida de población, de mayor índice envejecimiento, de poca actividad laboral y empresarial. Pero sí campeones en escuchar promesas políticas de intenciones de realización, o de estudios que se amontonan uno sobre otro en el cajón del despacho correspondiente.

Sufrimos políticos, que no cumplen las votaciones realizadas en las sesiones que presiden (Y es curioso, se les obsequia por tal motivo con puestos de autoridad superior) Lo que les hace incapaces y acomplejados, para reclamar desde su situación de tal privilegio personal, más competencias para la tierra a quien supuestamente representan. Y sí en cambio nos traicionan en las administraciones correspondientes, de donde vendrían las partidas económicas.

¡Hasta cuándo leoneses vamos a mantener a esta carroña política leonesa!  Ésos que son incapaces de dar un respingo en la mesa de sus organizaciones, en defensa de la provincia de León en particular, ¡y de la región leonesa en general!

Félix Pérez Echevarría