
¡Hildegarda, Ángeles te llama! /¿O es Ángeles la que interpela a Hildegarda? / En el escenario, se abre la música. / La música creada por mujeres / que Ángeles Rodríguez, / digo Hildegarda de Bidem, / se encargará de meternos en el corazón. / El guion es de Mª Jesús Astorga, / respaldado por el audiovisual de Jose I. del Amo / con la coordinación de Conchi Castro; / En el corcel del tiempo, / adiestrado por la sabia Hildegarda, / recorrimos una estepa / donde las mujeres estaban escondidas, / respirando solo migajas / que caían de la mesa de sus opresores. / Hildegarda o Ángeles Rodríguez, / Nos guio por un camino muy difícil / que la mujer ha tenido que recorrer, / pero en el cual, también existen días con sol. / Porque días de sol son los libros / que se encontró en la biblioteca / de la abadía donde vivió. / Ángeles Rodríguez, ya Hildegarda; / nos lleva de la mano hacia Fanny Hensel / y escuchamos un trío en re menor. / Raúl Sancho con su flauta travesera, / Eva Mª Rodríguez, cello / Y Mariló Gutiérrez, piano, / dejaron reflejado el potente trabajo / de Fanny Hensel, si, la hermana / del famoso músico, / que por ser mujer, fue relegada al olvido. / Días de sol son las músicas / Que Hildegarda escribió para sus discípulas. / Ángeles Rodríguez trae en su adeene un “mandao” / encargado por Hildegarda: / Hablarles a las mujeres de su esencia, / de su poder, de su resiliencia, / que no se pierda ni un solo paso de los ya dados. / Por eso invoca a las “Voces blancas”: / Coro enseñanzas profesionales, / dirigidas por Mercedes Díez, / para que interpreten su “O virtus Sapientiae”. / Hay una “Preciada sustancia” de Belén Ordónez, / reposando en el piano. La música se alza / y la preciada sustancia nos llena con su esencia. / Hildegarda vuelve a escena, / a contarnos sus sueños, sus deseos, / sus ganas de empoderar a la mujer, / de construirle un lugar que no tiene. / Invoca a otra compositora: Jane Vignery / y aparecen Mª José Pérez, trompa / con Fernando Pariente, piano; / para interpretar “Sonata para trompa y piano” / Después, el escenario se convierte en jardín, / Fernando Pariente interpreta al piano: / “Vida de las flores” de Blumenleben / y “Lirios y rosas” de Dora Pejačevié, / música de mujeres interpretada / por exquisitos vuelos masculinos: todos personas. / Ángeles Rodríguez, nos cuenta / que cuando era Hildegarda, / inventó la cerveza tal y como la ingerimos ahora, / porque ella, en el siglo XII, le añadió el lúpulo. / Nos presenta a otra mujer Mel Bonis, / que escribió más de trescientas piezas. / Una de ellas, la “Ballabile op.37 / de la “Suite en forma de valses”, / fue interpretada en el piano a cuatro manos por / Conchi de Castro y Mariló Gutiérrez. / En la sala se oía el silencio, / que también escuchaba el vuelo de las notas. / Hildegarda vuelve a relatarnos / otro de sus sueños, donde la mujer / escribe con nombre propio las partituras / de la misma vida, de la vida misma. / Antes de presentarnos la última interpretación / del programa, vuelve a recordarnos / que las mujeres venimos del mismo viento / que los hombres. Que tenemos el corazón / plagado de amor para compartir / y que no debemos perder ni un milímetro / de nuestra esencia como seres preciosos que somos. / Ahora ya si, llega Gina Gillie con 4. To Spring/ de su “To theSeasons”. Vuelve la magia / en la voz de Noelia Álvarez, / con la trompa de Mª José Pérez / y con Héctor Sánchez al piano. / Hildegarda, se vuelve Ángeles Rodríguez, / y…, colorín, colorado / Passionato se ha acabado.
Lamiguería: El pasado sábado, en la sala Fundos de Veguellina de Órbigo, en uno de los conciertos de la sexta edición de “Passionato”, tuvimos la oportunidad de ver una hermosa teatralización de Hildegarda de Bingen, llevada a cabo por la extraordinaria actriz Ángeles Rodríguez, que nos dio la mano para visitar la historia de un ramillete de grandes y luchadoras mujeres a través de la historia de la música. Nos dio las claves para poder escuchar a todas las y los artistas que pasaron por el escenario. Tardes como la que pasamos en Fundos, nos devuelven la esperanza y la confianza en la humanidad. ¡Muchas gracias!
Manuela Bodas Puente – Veguellina de Órbigo